El CNI y su importancia para la seguridad
No es bueno que el Servicio de Inteligencia español sea noticia en los medios de comunicación, precisamente porque su actividad debe caracterizarse por la discreción y por el anonimato
El 6 de mayo se cumplieron veinte años de la creación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y es un buen momento para poner de manifiesto la importancia de los Servicios de Inteligencia a lo largo de la historia y también en la actualidad. En este aniversario debemos celebrar sus veinte años de servicio a España, cumpliendo los objetivos marcados en cada momento por los diferentes gobiernos.
Con la llegada de la democracia en nuestro país se creó un Servicio, el CESID, que sirvió a los intereses del Estado durante más de veinte años y, haciendo gala de una característica fundamental de los Servicios, que es saber adaptarse a la evolución del país y de las amenazas que le acechan, se transformó en el CNI, siendo pionero en su momento en aspectos como su regulación y los controles a los que está sometido.
Según recoge su ley reguladora, el CNI es el organismo público responsable de facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno de la nación las informaciones y análisis que sirvan para prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o la integridad territorial de España los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones.
El CNI, al igual que cualquier organismo del Estado, se encuentra sometido a un control político, económico y judicial. El primero lo ejerce el Gobierno a través de la Comisión Delegada para Asuntos de Inteligencia y el Congreso de los Diputados en el marco de la Comisión de control de los gastos reservados y el segundo lo llevan a cabo la Intervención General del Estado, el Tribunal de Cuentas y también el Congreso.
A estos dos controles se suma el judicial, clave para el funcionamiento del CNI, que a través de la Ley Orgánica Reguladora del Control Judicial Previo del CNI garantiza que ninguna de las actividades que realiza se ejecuta al margen de la legalidad. Esta ley cumple también veinte años y fue pionera en su momento dentro de las regulaciones de los Servicios de Inteligencia de nuestro entorno. El CNI cumple sus misiones dentro y fuera de España, colaborando en la lucha contra el terrorismo nacional e internacional, contra el crimen organizado, ayudando a resolver secuestros, apoyando a las Fuerzas Armadas en misiones internacionales y facilitando la información necesaria para muchas de las decisiones que toma el gobierno.
Sobre cada amenaza y sobre cada asunto relacionado con la seguridad y los intereses estratégicos de nuestro país estoy seguro que siempre hay una aportación del CNI y para ello, sin duda, se han ido realizando los cambios necesarios en la organización interna y en la metodología de trabajo para hacer frente a las nuevas amenazas y a los nuevos desafíos geopolíticos en un concepto de seguridad donde la tecnología ha cobrado mucho protagonismo, pero manteniendo el factor humano como un elemento clave en el trabajo de Inteligencia.
Durante las últimas semanas el CNI está siendo noticia a raíz del caso "Pegasus", que ha provocado una importante tormenta política y que ha desembocado en la destitución de la Secretaria de Estado Directora del CNI.
No es bueno que el Servicio de Inteligencia español sea noticia en los medios de comunicación, precisamente porque su actividad debe caracterizarse por la discreción y por el anonimato. Tampoco lo es que se viertan dudas sobre su trabajo y sobre el cumplimiento de la legalidad, cuando estas han sido sus señas de identidad a lo largo de su historia.
La utilización política de las instituciones del Estado no es buena porque deben servir al Estado, independientemente de quien esté en el gobierno. Cuando aspectos como la política exterior o de defensa, la justicia y la seguridad se ven influidos por intereses partidistas, se inicia un camino hacia la degradación de las instituciones que puede afectar de forma importante al futuro del país y a su influencia en el resto del mundo. La calidad profesional y la dedicación de los miembros del CNI lo han situado en el grupo de los mejores Servicios de Inteligencia del mundo y, gracias a su trabajo, España y los españoles estamos más seguros y mejor protegidos. Así ha sido durante todo este tiempo y, a pesar de todo, con total seguridad así seguirá siendo
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