Tribuna

Javier Soriano Trujillo

Coronel en la reserva

EN EL DÍA DEL PATRÓN DE ESPAÑA

EN EL DÍA DEL PATRÓN DE ESPAÑA EN EL DÍA DEL PATRÓN DE ESPAÑA

EN EL DÍA DEL PATRÓN DE ESPAÑA / efe

Este pasado 25 de julio se ha celebrado un año más la festividad de Santiago Apostol, Patrón de España desde que en el año 1630, siendo Rey Felipe IV, el Papa Urbano VIII así lo decretara oficialmente. Pero también es el Patrón del Arma de Caballería, cuya invocación a Santiago Apóstol se remonta a la batalla de Clavijo (La Rioja) en el 844, cuando las tropas cristianas del Rey Ramiro I de Asturias se enfrentaron a las musulmanas de Abderramán II. La victoria cristiana convirtió desde entonces al Apóstol en un símbolo de combate, que ha perdurado hasta ahora.

Casualidad o no, el mismo día del Patrón de España de hace 80 años (en 1938), a las 00.15 horas, el Ejército republicano del Ebro, al mando de Juan "Modesto", iniciaba el paso de este rio entre Mequinenza y Amposta, dando comienzo con ello a la conocida como la batalla del Ebro, en el marco de nuestra última guerra civil. Esta batalla constituyó el momento crítico de la guerra, y se desarrolló en el contexto de las diversas batallas que en el decisivo año de 1938 tienen el curso del río Ebro como eje más o menos cercano, empezando por la pugna invernal por Teruel y siguiendo por las campañas del Bajo Aragón (primavera) y Alto Levante (verano).

Gandesa era el objetivo de la primera fase de esta ofensiva republicana, que se iba a desarrollar, en parte, en el mismo escenario de la batalla de Dertosa (actual Tortosa), que enfrentó en la primavera del año 215 a.C. a las legiones romanas de Publio y Cneo Cornelio Escipión Calvo con Asdrúbal Barca. Los romanos, asentados al norte del Ebro, consiguieron la victoria y con ello el dominio territorial al sur del rio. Pero al contrario que las legiones romanas 22 siglos antes, en 1938, las fuerzas del Ejército Popular de la República, a pesar del éxito inicial del paso del rio y la conquista de una cabeza de puente al sur, no lograron explotar este éxito inicial y no llegaron a tomar Gandesa.

Esta ciudad y su entorno fueron un escenario clave en la batalla. Su conquista era imprescindible para seguir avanzando hacia el sur con el objetivo final de enlazar con el Ejército republicano de Levante. Gandesa sufrió el ataque feroz de las unidades de élite republicanas, las brigadas internacionales, pero no pudo ser tomada, al igual que tampoco Villalba de los Arcos, quedando la ofensiva republicana frenada a las puertas de estas dos localidades. En ocho días de ofensiva, las fuerzas republicanas consiguieron ocupar una extensa cabeza de puente en la margen sur del Ebro, con una línea de frente de unos 40 Kms, y una profundidad de unos 20 Kms hasta el rio, es decir, unos 800 kms cuadrados, aunque de nulo valor estratégico y que los "nacionales" se empeñaron en recuperar en lugar de dirigir su esfuerzo principal a la conquista de Cataluña desde la línea del rio Segre, una vez frenado y bloqueado al Ejército republicano entre el propio rio Ebro a sus espaldas y la línea del frente.

Después de 113 días de intenso combate, terminó la batalla en la madrugada del 16 de noviembre al cruzar al norte del rio la última unidad republicana en retirada. El ejército republicano perdió unos 60.000 hombres, entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos, pero el Ejército "nacional" no se quedó a la zaga en pérdidas humanas.

La prolongación de la batalla hasta noviembre en una sangrienta guerra de desgaste, sólo pudo tener un objetivo para los "nacionales": la aniquilación del Ejército Popular de la República, y para esta: la prolongación de la guerra civil, esperando que estallara la guerra en Europa y con ello, que Francia y Gran Bretaña intervinieran en su ayuda. Con la resolución de la crisis de los Sudetes y la retirada de las tropas internacionales a finales de septiembre, que evidenció que Francia y Gran Bretaña no intervendrían, sumado al tremendo desgaste de su Ejército en el Ebro, la derrota de la República solo era cuestión de tiempo.

Poco eco ha tenido esta efeméride de los 80 años, excepto algún acto institucional como el protagonizado por el Gobierno de Cataluña en Corbera del Ebro (a 5 Kms de Gandesa), donde es de suponer que en la mente de los presentes estaría el recuerdo, entre otros, de los laureados voluntarios requetés catalanes del Tercio de Ntra. Sra. de Monserrat e internacionales de la 3ª División republicana, que se batieron heroicamente en Cuatro Caminos (Villalba de los Arcos), a apenas unos 10 Kms del lugar donde se celebró este acto institucional. La vida les enfrentó y la muerte les unió en las trincheras.

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