Tribuna

José María Martínez de Haro

Escritor y periodista

Don Narciso y la debacle

Don Narciso y la debacle

Don Narciso y la debacle

Horas después del batacazo electoral, D. Narciso se miró al espejo y apeló a su conciencia. Por supuesto, D. Narciso tiene conciencia. Revestido de seriedad mandibular decidió sobre lo que “más conviene a los españoles” y anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio. Sobre la conveniencia a los españoles D. Narciso jamás se equivoca. Sencillamente, el error no cabe en el universo del narcisismo. El caso es que, tras la humillante derrota del PSOE y sus socios de gobierno, habilidoso y audaz sorteó las muchas adversidades que con toda probabilidad surgirían de su propio partido cuestionando y reprobando su liderazgo y criticando, ahora sí, sus nocivas alianzas de gobierno y pactos parlamentarios. Conocen los lectores las consecuencias para los españoles de estas alianzas y pactos de D. Narciso. Pero es lo cierto que la fecha del 28 de mayo, día de Pentecostés, quedará grabada a fuego en la mente privilegiada de D. Narciso. Ese día, a las 23,45h. D. Narciso hubo de conocer una debacle y en cuestión de horas enfrentarse a una realidad tan inesperada como brutal, D. Narciso, en primera persona había sido derrotado de manera humillante por esa tropa de ignorantes asilvestrados que constituyen la inmensa mayoría de ciudadanos que forman algo así como la nación española. ¡! Imposible¡! le gritó la mente enrojecida de ira, no puede ser, se trata de una caterva de ignorantes, ¿cómo es posible que más de ocho millones de votantes se atrevan a cuestionar la supremacía intelectual y moral de D. Narciso? Todos ellos han cometido un grave error y han sido muy injustos con la intachable conducta de D. Narciso y sus socios de gobierno. Por ello se escoge con deleite la fecha de las elecciones generales y que se jodan sin vacaciones de verano, que se queden en sus casas o que se desesperen en las colas de las oficinas de Correos si quieren votar el 23 de julio. Resulta que las incontenibles ambiciones de D. Narciso han quedado atrapadas en unas cajitas de plástico que se llaman urnas y en el conjunto nacional han certificado a D. Narciso una especie de finiquito laboral, que no es imprescindible, incluso que se puede marchar a otras aventuras. La conclusión es que D. Narciso habrá de asumir que ha cometido un grave error y empujado por su infinita egolatría decidió asumir un protagonismo que ha opacado a todos los candidatos del PSOE. Ha salido muy mal parado pero como corresponde a su propia naturaleza, es incapaz de reconocerlo y se eleva en su derrota personal con el aplauso de diputados y senadores que pastan en los abrevaderos del dinero público. Sorprende sin embargo que los miles y miles de cargos del PSOE, presidentes autonómicos, consejeros y altos cargos, asi como alcaldes, concejales, presidentes y diputados de las diputaciones provinciales que ahora tiemblan a la intemperie, agachen la frente tras sonoras derrotas sin señalar a quien les ha hundido electoralmente a lo largo y ancho de España. Es posible que les consuelen los salarios de la cesantía. Es posible que otras motivaciones desconocidas impidan al PSOE, ahora llamado Sanchismo, un mínimo y sincero análisis de autocrítica. Como ejemplo la vergonzosa rectificación de Guillermo Fernández Vara quien asumiendo la derrota dimitió la misma noche del recuento como presidente de Extremadura ante las cámaras de televisión y apenas 24 horas después se desmintió públicamente haciendo trizas su credibilidad. Ni una palabra sobre el verdadero derrotado, D. Narciso. Parece razonable concluir que el “Efecto Narcisus” ha sido letal para el PSOE y sus marcas de gobierno en estas elecciones del 28 de mayo. Aristóteles lo hubiera firmado ante notario. Pero la consigna impera, ni una voz dolida en el desierto de la oposición, tan desalentadora y posiblemente tan prolongada en el tiempo. Han caído como gorriones en verano desde la torre de arena que construyó D. Narciso a su mejor gloria. Ahora, queridos lectores, me toca traducir al castellano vulgar. Pedro Sánchez se ha pegado un “hostión” de campeonato. Millones de españoles le han dado la espalda y mostrado las nalgas. Haciendo una pedorreta que se ha escuchado más allá de las fronteras nacionales. La respuesta a la gleba fue escenificada ante las cámaras de las televisiones, apretando las mandíbulas con gesto endurecido califica de injustos los resultados. Singular ejemplo de un presidente de gobierno en el momento de asumir el veredicto de las urnas. Que sabrán los votantes de la derecha extrema y la extrema derecha sobre la democracia. En España la patente exclusiva sobre la democracia pertenece a la izquierda extrema desde siempre. Y por esa razón tan democrática como ética, Sánchez anunció sonriente en el Congreso de los Diputados mirando directamente a Mertxe Aizpurúa portavoz de Bildu que seguirá con sus pactos y alianzas con Bildu más allá de estas elecciones si acaso resultara ganador en las anunciadas para el 23 de julio. También con sus socios nacionalistas, secesionistas y golpistas. Es decir, más de lo mismo como receta mágica para otra previsible debacle electoral. Todas las esperanzas y discursos se resumen en una severa reprimenda para que los españoles se arrepientan de sus votos el 28 de mayo y con las cabezas gachas corrijan su error votando a una coalición de gobierno encabezada por Pedro Sánchez; la misma que ahora acaban de rechazar de manera clamorosa. En esa oculta complejidad de la naturaleza humana es posible que esto pudiera funcionar, los hados que encumbraron a Sánchez trabajarán día y noche con las bolsas bien repletas hasta el 23 de julio tejiendo maniobras, desvirtuando la realidad y manipulando los resortes del gobierno, que son muchos, para desorientar la opinión pública. Que le pregunten al brujo Tezanos, que duerme con una bola negra bajo la cama sin sentido del pudor y la dignidad personal y profesional. Podría ocurrir como es habitual, que una abundante legión de “incondicionales” encabezada por editorialistas y columnistas del diario el País y otros medios audio visuales defiendan ferozmente el ancho espacio de “prosperidad “que han venido disfrutando desde el infortunio de Zapatero, el Necio de la Mirada Azul, cuando comenzó la deriva que Sánchez ha agravado y que han tratado de corregir más ocho millones de votantes. Pero claro, estos millones de votantes no son en modo alguno demócratas, son la turba del nuevo fascismo que se quiere apoderar de España. Estos argumentos ya se han leído y esgrimido por políticos de izquierda extrema y de extrema izquierda y parece que no funcionan. No obstante es probable que sean secundados por aquellos que se agruparon en manifiestos y proclamas en lo que se conoció como los Firmantes de la Ceja. Que magia tan poderosa el milagro de las subvenciones. Silencio sepulcrar en estos últimos cinco años. La respuesta ciudadana ha esperado la oportunidad de las urnas como ha ocurrido el 28 de mayo. Fecha para recordar si resultara ser el comienzo de una auténtica regeneración de la política española. Otro día hablaremos de Feijoo.

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