Tribuna

Daniel López Marijuán

Área de Energía, Residuos y Cambio Climático de Ecologistas en Acción Andalucía

Energía eólica marina, oportunidad para Almería

El desarrollo de la tecnología flotante permite que la eólica marina pueda implantarse en países como España

Energía eólica marina, oportunidad para Almería Energía eólica marina, oportunidad para Almería

Energía eólica marina, oportunidad para Almería

La Resolución del Parlamento Europeo, de 16 de febrero de 2022, "Estrategia europea para la energía renovable marina", recoge los objetivos de producción de energía renovable marina en todas las cuencas marítimas de la Unión: al menos 60 GW (gigavatios) para 2030 y 340 GW para 2050, y en particular para energía eólica marina, entre los 70 GW y los 79 GW en 2030. Y todo ello enmarcado dentro del Pacto Verde Europeo y la Ley Europea del Clima, que establecen un objetivo a escala de la Unión de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de, al menos, un 55 % para 2030 y el logro del objetivo de neutralidad climática para 2050.

Es una oportunidad para España, ya que disponemos del recurso (el viento), la tecnología (los aerogeneradores y las plataformas), el emplazamiento (el borde costero y los puertos) y la capacitación (industria eólica y construcción naval).

En Andalucía son varios los proyectos de eólica offshore presentados, entre los que cabe señalar el de Mar de Ágata, localizado en la costa de Almería, y que ha generado algunas resistencias que quizá deberían replantearse.

Porque ¿está justificada esta oposición? Depende. Concretamente, depende de que los proyectos se acometan conforme a parámetros que garanticen su compatibilidad con el territorio en el ámbito medioambiental y de conservación. Es decir, la eólica marina es bienvenida siempre que se proyecte y ejecute de forma adecuada. Porque garantiza un recurso energético estable, uniforme y constante. Y porque puede contribuir sobremanera al cumplimiento de los objetivos de descarbonización y de lucha contra el cambio climático.

¿De dónde procede entonces esta demonización de los parques eólicos marinos? De los impactos ambientales que los acompañan, el paisajístico y el daño a cetáceos y aves, sobre todo. ¿Son solucionables? Sí, si contamos con los esperados POEM, Planes de Ordenación del

Espacio Marítimo, que tienen que fijar las zonas aptas, vulnerables y prohibidas, y si las Evaluaciones de Impacto Ambiental se realizan con rigor. Y, por supuesto, si los municipios y los ciudadanos cuentan con toda la información y participación posibles, además de posibilitar formar parte de la propiedad de los proyectos.

Nada que no se deba y se pueda cumplir.

El desarrollo de la tecnología flotante permite que la eólica marina pueda implantarse en países como España, donde, debido a las características de su plataforma continental, no es viable el uso de la tecnología fija. El Gobierno dispone de una hoja de ruta para la energía eólica marina con el objetivo de alcanzar los 3 gigavatios en 2030. No solo hay que aspirar a que los proyectos de eólica offshore dejen beneficios en la población cercana, sino que ésta debe ser partícipe en la inversión, y por tanto en la propiedad, de los parques eólicos, a través de la fórmula de comunidades energéticas y ciudadanas de energía. En lo tecnológico, debe primar en toda la cadena de valor el empleo de tecnologías y servicios autóctonos, usando los puertos cercanos para su fabricación, operación y logística. En lo laboral, la creación de empleo próximo y de calidad, es del todo exigible.

Y, por supuesto, garantizando los proyectos el respeto a la Estrategia de Conservación de Biodiversidad europea, la Directiva Hábitats, la Directiva Aves, la Directiva marco de la Estrategia Marina, la Red Natura 2000 y en general todos los espacios marinos protegidos.

Un debate ciudadano sereno, documentado y participativo, que evite posiciones "no en mi patio trasero", es lo que necesitamos.

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