Tribuna

Javier Soriano

Coronel en la reserva

La Garrofa en la memoria histórica

Los almerienses que ya tenemos una edad, conocemos el origen de este monolito, pero para las nuevas generaciones, es algo desconocido

La Garrofa en la memoria histórica La Garrofa en la memoria histórica

La Garrofa en la memoria histórica

En la carretera N-340a, de Aguadulce al Puerto de Almería, conocida popularmente como El Cañarete, se abrió al público en 1957 uno de los Campings más antiguos de España, que lleva por nombre la cala donde se ubica, La Garrofa. En este entorno tan especial de nuestra costa, quedan visibles los restos de un monolito que fue inaugurado en 1954, y que a pesar de los actos vandálicos que ha soportado, aún sigue en pie.

Los almerienses que ya tenemos una edad, conocemos perfectamente el origen de este monolito, pero para las nuevas generaciones, al menos por lo que he constatado en mi hija y su círculo de amigos, es algo desconocido y en ningún caso pueden sospechar o imaginar que en el lugar donde se ubica, tuvo lugar en la madrugada del 15 de agosto de 1936 el primer asesinato en masa de nuestra última guerra civil en Almería.

Sofocada la sublevación militar por fuerzas y milicianos leales a la República el 21 de julio de 1936, el poder coercitivo en Almería quedó en manos de las organizaciones obreras, que lo canalizaron a través del llamado Comité Central Antifascista, que se ubicó en el edificio del Casino y se convirtió en el verdadero centro de poder. Este Comité Central quedó constituido inicialmente por socialistas y comunistas, aunque luego se integrarían miembros de las organizaciones libertarias almerienses, y fue responsable, entre otras acciones, de la detención de las personas presuntamente desafectas al régimen revolucionario en el que estaba derivando la izquierda republicana.

Fue tal el volumen de personas detenidas en los primeros días de la guerra, que resultó insuficiente para su internamiento la prisión provincial, teniendo que habilitarse también como prisión el convento de Las Adoratrices, el colegio de La Salle, la fábrica de azúcar conocida como "El Ingenio" y los mercantes anclados en el puerto Astoy Mendi y Capitán Segarra. Estos detenidos quedaron a merced del Comité de Presos, teóricamente subordinado al Comité Central y presidido por el dirigente de la FAI Juan del Águila Aguilera, que sería capturado después de la guerra en Madrid, sometido a juicio, condenado a muerte y fusilado en el cementerio de Almería en 1941.

La madrugada del 15 de agosto, con nocturnidad y alevosía, fueron sacados del barco Astoy Mendi 27 detenidos (o 28 según las fuentes) y conducidos a la cala de La Garrofa, donde fueron lastrados y arrastrados por barcas para perecer ahogados y hacerlos desaparecer en el fondo del mar; pero los verdugos no debieron poner el empeño necesario, y al final las mareas arrojaron algunos cuerpos a las playas del Zapillo. Esta fue la primera de las llamadas "sacas" que se llevaron a cabo sin mediar acusación previa y juicio alguno.

A esta, siguieron otras muchas, pero para que no hubiera testigos y los cuerpos no apareciesen, se buscaron otros escenarios más discretos como el barranco del Chisme (Vícar), el Pozo de La Lagarta (Tabernas) o el Pozo de Cantavieja (Tahal). Si el asesinato de la saca de La Garrofa debió ser espeluznante, no me imagino como debieron ser los de las sacas llevadas a los pozos.

Estas sacas se sucedieron hasta diciembre, mes a partir del cual el número de asesinatos disminuyó sensiblemente, lo que era de esperar al haber eliminado ya al grueso de personas "sospechosas" al régimen, que no condenadas, puesto que no fueron enjuiciadas. En total, en la provincia, incluidos los del Campo de "Trabajo" de Turón, fueron "eliminados" durante la guerra 687 almerienses sin condena previa, mientras que sólo 12 lo fueron en cumplimiento de sentencias judiciales.

Pero volviendo al monolito de La Garrofa, les sugiero la lectura de un detallado artículo sobre el mismo titulado "Mausoleo a los Caídos de La Garrofa", cuyo autor es D. Ginés Valera Escobar y que se publicó el 14 de agosto de 2017 en este mismo Diario, en el que concreta en 27 el número de personas asesinadas en este lugar, aunque otras fuentes lo elevan a 28, como es el caso del Catedrático de la UAL D. Rafael Quirosa-Cheyrouze en su libro "Política y Guerra Civil en Almería", un libro que me ha resultado interesante y me ha servido de referencia para redactar este artículo.

Fuesen 27 o 28 los asesinados, a La Garrofa le corresponde el triste privilegio de ser el primer nombre que aparezca en cualquier lista que se confeccione de los lugares para la memoria histórica en la provincia de Almería, puesto que fue el primer lugar donde se cometieron crímenes de guerra en nuestra provincia.

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