Tras 69 ediciones de Eurovisión, el concurso musical de mayor audiencia y trascendencia en el mundo, puede llegar a su fin. Europa está conmocionada desde que Pedro Sánchez anunciase que si Israel participa en Eurovisión, España se retirará del concurso. En las embajadas, cancillerías y Ministerios de Asuntos Exteriores se desarrolla una actividad frenética en los últimos días, rogándole y suplicándole a Sánchez, que reconsidere su decisión; Eurovisión sin España sería otra cosa distinta y se preguntan algunos que si España no participa ¿A quién van a darle los tres últimos puestos? Donde no hay no se puede sacar.
Todo empezó con la Vuelta Ciclista a España, que ni es vuelta ni es española, sino italo-franco-española. Pero bueno ese es otro tema. Empezó bien, hasta que la kale borroka se movilizó en el norte y empezaron los desmanes, las salvajadas y las tropelías contra unos deportistas que lo único que hacían era pedalear hasta el agotamiento, para coronar un puerto y luego jugarse la vida bajandolo a tumba abierta. No eran soldados, ni siquiera funcionarios del Gobierno Israelí, eran simplemente deportistas. Nuestro Presidente, que es la mayor desgracia de los últimos años, los animó desde Málaga llamándole valientes a los revoltosos. Al día siguiente lo confirmó y sus ministros más cercanos también, por si había alguna duda. Dos días después le entró la rabieta de Eurovisión. Yo lo desafío a que se de una vuelta por la calle Larios de Málaga o de cualquier otra ciudad, incluso con escolta. Los aplausos o pitidos que pueda recibir, será una encuesta verdadera y no la de Tezanos, que perdió la vergüenza y el pudor hace mucho tiempo. Si lo hace yo también le llamaré valiente.
Pronto nos hemos olvidado los españoles y una buena parte del mundo de que los rehenes de Israel en manos de Hamás siguen cautivos, vivos o muertos. Ese capítulo es como si no hubiese existido. Ya ni se habla de su posible liberación. Las guerras son siempre un horror, pero desgraciadamente siguen existiendo. Los valientes terroristas de Hamás siempre han puesto como escudo a las mujeres y niños gazatíes y lo siguen haciendo. ¿Quien no se conmueve ante una imagen con niños muertos? Los cabecillas de Hamás se esconden en los refugios más seguros, cuando no lo hacen en Qatar o Irán.
Javier Bardem, la estrella de los Bardem, luce estos dias un pañuelo de Hamás en el cuello; ahora mismo tiene que estar sudando como un pollo; creo que debería haber esperado un poco hasta que refresque algo; porque, por frio no es, lo descarto categóricamente. Más discreto y acorde con el tiempo hubiera sido una gorrilla tipo Trump con los colores de Gaza. Concluyo que es otra estupidez más y una prueba de sumisión y acatamiento de las consignas del jefe. Por cierto que Bardem comunista recalcitrante y antisemita tuvo su primer hijo en un lujoso hospital judio de Estados Unidos. Ni se le pasó por la cabeza que su mujer fuese atendida en la Seguridad Social española y mucho menos en un hospital de Gaza. Es el momento de recordar a Javier Bardem, que en 2001 fue nominado al Oscar como mejor actor bajo la dirección del judío Julián de Schenabel en la película “Antes que amanezca”. También es bueno recordar que en 2008 ganó el Oscar con la película “No Country For Old Men” dirigida por los hermanos Coen, que eran judíos. Bardem y su mujer trabajaron con Woody Allen que también era judío, y con una lista interminable de judíos que los hicieron muy ricos. Pues bien todos estos exterminadores de gazatíes les hicieron ganar mucho dinero. Si yo fuera Bardem, entregaría por lo menos la mitad del dinero a las Hermanitas de los Pobres y la otra mitad a Hamás. El ejemplo es fundamental.
La semana ha terminado con la mayor chorrada que jamás hayan visto u oído mis sentidos en los últimos 80 años. El Gobierno pretende que las empresas de más de 250 trabajadores tengan 3 intérpretes de catalán, euskera y gallego (Si la empresa trabaja las 24 horas serían tres turnos) por si alguien de estas comunidades no sabe expresarse en castellano. Las vacaciones de verano es una ocasión muy buena para repasarse la Constitución. Presidente: ha podido hacerlo este verano en Lanzarote y hubiera comprobado que el Art. 3 dice: El castellano es la lengua española oficial del Estado. Está muy claro. ¿Dónde está el problema?