El próximo mes de noviembre se cumplirán 50 años de la llamada “Marcha verde” en el antiguo Sahara Español. Siempre he reconocido que, el entonces rey de Marruecos Hassan II, supo aprovechar la debilidad de España, cuando Franco prácticamente estaba agonizando, para organizarla y adentrarse en territorio español con un ejército de presidiarios, prostitutas y algunos militares disfrazados. Posiblemente los organizadores de la Flotilla que esta semana pasada pretendía llegar a Gaza, o lo que quede de ella, habían tomado como modelo la Marcha Verde; es decir una Marcha Azul, en este caso, por tener lugar en nuestro Mar Mediterráneo; pero no la han llamado así, por su paralelismo con la División Azul. El Presidente aplaudió con entusiasmo la iniciativa de la Flotilla, y sin pasar por las Cortes previamente, mandó al Buque de Acción Marítima “Furor” (P-46) a proteger a la Flotilla ¡Menuda papeleta la del Comandante del buque! Una orden-misión totalmente vaga e imprecisa y posiblemente verbal; de esa forma, si las cosas salían mal, siempre tendría una cabeza de turco a mano a quien culpar; por el contrario, si triunfaba se auto concedería unas cuantas medallas. En cualquier caso, era una buena cortina de humo para que no se hablase durante unos días de su mujer, hermano y del hedor que se respira en Moncloa.
No deja de ser curioso, aunque el adjetivo que mejor lo define es ruin, que el Gobierno utilice zodiac, para luchar contra los narcotraficantes que se exhiben por nuestras costas, mostrando su poderío, con total impunidad y desvergüenza y en cambio que utilice un barco de guerra para proteger a una pandilla de indeseables, que pretenden llegar a Gaza, para hacerse una foto con los terroristas de Hamás.
Muchos españoles nos preguntamos de qué viven los activistas. ¿Trabajan en algo? Porque el resto de españoles en edad laboral no disponen de dos o tres semanas de tiempo libre en septiembre, para hacer el zángano por el Mare Nostrum. Los activistas son ecologistas, manifestantes profesionales, sindicalistas, feministas… y gente de mal vivir que diría Carlos III. La activista sueca Greta Thunberg ha empezado muy joven a vivir del cuento, y le va bien, por tanto no se espera que cambie el rumbo.
Gaza no tiene agricultura, tampoco industria y sin embargo hemos visto estos días edificios importantes y vehículos moviéndose por sus calles. Todo esto ha sido posible gracias al dinero que recibe de otros países. Ahora, tras las imágenes ofrecidas por las televisiones, podemos decir que la mayor parte del dinero que reciben se lo gastan en la red de túneles que han construido en los últimos 20 años. No lo han invertido en construir plantas desaladoras, para disponer de agua potable para la población y para cultivar la tierra. Tampoco lo han invertido en obras de infraestructura, ni puertos, a pesar de tener el mar a pie de obra. El dinero no lo ha administrado la Autoridad Palestina, ha ido directamente a Hamás, que lo ha gastado en propaganda y en vivir bien. Han utilizado a las mujeres y niños para hacer publicidad ante el mundo como víctimas del sionismo y han conseguido engañar a medio mundo. Señoras feministas: Vds. saben perfectamente que las mujeres en Gaza no pintan absolutamente nada. ¿Quién no se enternece viendo la imagen de un niño destrozado por una bomba? Porque de la masacre y secuestro de judíos por parte de Hamás, ya nadie se acuerda. ¡Qué frágil es nuestra memoria!
Decía hace unos días el socialista Nicolás Redondo en un programa de radio, que cuando ocurre una catástrofe en España o se presenta algún problema importante, a Sánchez lo único que le preocupa es ver la rentabilidad que pueda sacar de él, para seguir manteniéndose en el poder; solo y exclusivamente para eso. La solución del problema no le preocupa lo más mínimo. Solo la rentabilidad; el resto de españoles, incluso los allegados, les trae totalmente sin cuidado; por eso el hambre, las muertes y el futuro de Gaza no le preocupa lo más mínimo.
Ana Colau olvidó llevar el intérprete a su aventura marinera y ha utilizado el castellano para entenderse con el resto de personas que iban en el barco. En Israel también ha utilizado el idioma de Cervantes y le ha ido de maravilla, y es que hablando se entiende la gente, sobretodo cuando utilizamos el idioma común.