La tribuna

Javier Soriano

Las cruces de streedagh

Emociona ver homenajes a nuestros caídos fuera de España, mientras nosotros callamos vergonzosamente. Tenemos una "memoria histórica", pero de estos hechos, no

Las cruces de streedagh
Las cruces de streedagh

07 de octubre 2019 - 02:32

Cerca de la pequeña localidad de Grange, en el condado de Sligo (República de Irlanda), se encuentra la playa de Streedagh, en la que el 21 de septiembre de 1588 tres buques de la Gran Armada española (llamada Armada Invencible por nuestros enemigos), enviada por nuestro Rey Felipe II para la invasión de Inglaterra, en su regreso a España, naufragaron. Eran La Lavia, La Juliana y La Santa María de Visón, y de sus tripulaciones y tropa embarcada, entre mil y mil cien hombres perecieron ahogados o asesinados más tarde por los soldados ingleses de las guarniciones cercanas. Una auténtica tragedia que muy pocos pudieron contar, entre ellos, el Capitán Francisco de Cuéllar, que narró con todo detalle su periplo. El naufragio de estos 3 buques se enmarca en la epopeya de la Gran Armada en las costas irlandesas, donde unos 20 barcos de la flota naufragaron en una situación climática increíblemente extraordinaria, produciéndose miles de víctimas y situaciones tanto épicas como dramáticas.

Esta sucesión de naufragios durará hasta finales del mes de octubre para los barcos más rezagados de la flota, mientras que los más adelantados habían entrado ya en La Coruña el 18 de septiembre de 1588, un mes y medio antes del último naufragio de la Gran Armada, el de la galeaza "Girona" el 28 de octubre. Pero lo importante de lo ocurrido en las playas del pequeño pueblo de Grange, es que se ha mantenido viva, durante más de cuatrocientos años, la memoria de ese fatídico día del 21 de septiembre de1588, donde perdieron la vida tantos españoles.

Desde 1988, la asociación "Spanish Armada Ireland", anteriormente "Grange y Armada Development Association", tiene como objetivo principal el mantener vivo el recuerdo de ese naufragio y rendir homenaje a los españoles que allí perecieron, con los fines de proteger y conservar el entorno de la playa de Streedagh donde naufragaron los tres buques españoles, el desarrollo de un Centro de Interpretación de la Gran Armada en el antiguo Palacio de Justicia de Grange y la celebración anual en la fecha del naufragio de actividades diversas, desfiles y eventos que conmemoren la historia de la Gran Armada y su trágico paso por las costas irlandesas. Una de las actividades más relevantes llevadas a cabo en estos últimos años por esta asociación fue la inauguración en 2018, en el mismo pueblo de Grange, del Museo de la Spanish Armada. Por la labor que lleva a cabo, en 2017, nuestro Rey Felipe VI concedió a esta asociación la placa de Isabel la Católica.

Las actividades desarrolladas este año han contado con la presencia de los Patrulleros español "Centinela" (P-72) e irlandés "LÉ James Joyce" (P-62). Para nuestro Patrullero era su segunda presencia, ya que fue el buque que en el año 2016 inició la participación de nuestra Armada en este homenaje. Entre los días 23 y 25 de septiembre, la tripulación del "Centinela" ha visitado la ciudad de Sligo, donde se han realizado varios eventos. Durante esos días de septiembre, el "Centinela" ha permanecido fondeado en las inmediaciones de la pequeña localidad de Mullgahmore, cercana a la de Sligo. El acto principal se desarrolló el día 25, cuando al mediodía, la dotación del Patrullero realizó a bordo, frente a la playa de Streedagh, un sencillo y emotivo acto de homenaje a los caídos. Este acto finalizó con el lanzamiento de una corona de flores al mar. Simultáneamente, en la playa de Streedagh tuvo lugar otro homenaje análogo, en un monumento erigido para honrar a los caídos de los barcos naufragados allí en 1588. Destacar este año la colocación por los irlandeses en la arena de la playa de 1.100 cruces de madera para recordar las vidas españolas perdidas en este naufragio.

Ya por la tarde del 25, el "Centinela" se despidió acompañado de una treintena de pequeñas embarcaciones locales adornadas con banderas españolas, que a pesar del mal tiempo, le quisieron decir adiós en la mar. Así, un año más, los irlandeses han rendido homenaje a nuestros caídos en sus costas en 1588.

Emociona saber que otros homenajean a nuestros caídos fuera de nuestras fronteras, mientras nosotros callamos vergonzosamente. Pero eso sí, tenemos una "memoria histórica", pero de estos hechos, no. Qué diferencia entre esas cruces clavadas en la arena de esa playa irlandesa y las cruces amarillas que unos españoles golpistas traidores clavaron en las playas catalanas. Pero así somos, nos olvidamos de nuestras epopeyas en el exterior y jaleamos nuestras miserias internas.

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