Tribuna

Javier Pery Paredes

Almirante retirado

El desfile de la Hispanidad

Nada tan honroso para los militares este día como hacer un acto público de lealtad a las Instituciones y, en reciprocidad, recibir el reconocimiento por ello

El desfile de la Hispanidad El desfile de la Hispanidad

El desfile de la Hispanidad

Un desfile es una demostración ceremonial que escenifica la cohesión de una organización. Los hay de todo tipo, procesiones religiosas cargadas de recogimiento, cabalgatas para solaz de mayores unas y de pequeños otras e incluso comitivas reivindicativas de todo orden.

En el caso de los desfiles militares se muestran los principios de jerarquía, disciplina y obediencia que sustentan la cohesión de la milicia. Estos suelen tener dos finalidades: honrar a los propios o intimidar a los enemigos. Sobre esto último, basta una mirada a las macro-manifestaciones de fuerza que nos regalan China o Corea del Norte a través de los medios de comunicación. Lo que se ve apenas deja resquicio a la interpretación del entendido y la práctica totalidad de lo que se muestra a ojos del mundano tiene carácter ofensivo. Sin embargo, me permitirán que me centre en los desfiles y paradas militares a los que estamos acostumbrados en Occidente.

Al contrario de lo que nos acostumbra tanto documental del siglo XX y tanto reportaje del siglo XXI con esa escenificación del poder militar, los desfiles militares adquieren una visión diferente cuando se trata de honrar a los propios y aliados. En estos casos, los desfiles se asocian a victorias militares o hechos de especial relevancia. Así vemos la marcha de unidades militares por los Campos Eliseos en Paris para celebrar el 14 de julio o las paradas militares con que se honró en Londres a Isabel II en el aniversario de su coronación como monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña. Aunque pueda parecer sutil, hay una diferencia entre desfile y parada militar. Mientras que en el primero son las unidades las que pasan delante de las autoridades, en la segunda es la persona honrada la que camina frente a ellas mientras aquellas se mantienen a pie quieto. Todo tiene significado. En el desfile militar se honra a las instituciones. Es la forma en que las Fuerzas Armadas muestran su espíritu de servicio a la sociedad. En la parada militar, se ensalza a la persona.

En España, los desfiles militares dejaron de celebrase en el aniversario de una victoria para ocupar un puesto relevante en el programa de la Fiesta del 12 de octubre. Una forma más en la que la Transición quiso mirar a un futuro de reconciliación y dar visibilidad a una fecha grande en la historia universal en

la que los españoles fuimos protagonistas indiscutibles. Esa en la que el Reino de España puso en la geografía al continente americano. Es así porque la grandeza de las naciones se mide por la contribución que hacen a la historia de la humanidad y la nobleza de los pueblos se cuantifica por la forma en que reconocen los éxitos de las instituciones. España fue grande por generosa. Dio a los pueblos del otro lado de la Mar Océana lo más singular de su esencia: historia, lengua y religión; una carta de ciudadanía hispana que difiere muy mucho de la exclusión y reclusión en la que vivieron otras gentes en el mismo continente. Grande y generosa porque ese modo de entender la vida se tradujo en un fenómeno característico español, el mestizaje, ese que describió Salvador de Madariaga en "El corazón de piedra verde".

Nada tan congruente con nuestra historia como celebrar el 12 de octubre como Fiesta Nacional. Ignorar esta verdad tiene que ver con abducidos por la ignorancia o la lectura escasa y sesgada de la historia. Hasta la ficción en nuestros días revela el valor, disciplina y lealtad de lo español cuando llama "Hispano" al general romano, valeroso en el combate, recto en el proceder y leal con sus soldados, que quiso ser fiel a Marco Aurelio en "Gladiador".

Nada tan honroso para los militares este día como hacer un acto público de lealtad a las Instituciones y los poderes públicos y, en reciprocidad, recibir el reconocimiento por ello. Una forma explícita de subrayar la esencia de la milicia en democracia. Por la misma razón parece lógica la participación de cuerpos jerarquizados de policías, de emergencias o de protección civil porque, en esto del servicio público, son tanto o más aliados que los militares extranjeros invitados en otras ocasiones.

La asistencia al desfile de la Fiesta Nacional dice mucho bueno de los españoles, tanto como la ausencia de representantes de algunas instituciones habla de lo poco que merecen el respeto y el honor que se les brinda.

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