Los hombres de Paco

Se cumplen quince años del fin de Los Hombres de Paco, justo coincide con estas fechas en la que me he terminado de ver esta serie ya que en su día me pilló a una edad muy temprana en la que solamente veía series infantiles. Tengo que admitir que ha sido todo un gusto y un auténtico disfrute verme esta maravilla de serie y he considerado oportuno escribir este artículo hablando de ella, así como se su impacto social. Fue estrenada en octubre de 2005, en cuatro años y medio que duró se emitieron nueve temporadas que totalizaron ciento diecisiete capítulos de más de una hora de duración cada uno. Millones de españoles esperaban con mucho deseo cada semana a que se estrenase un nuevo capítulo para reír con las aventuras de los policías de San Antonio, así como también para emocionarse con sus tramas más serias. Lo cierto es que fue una serie que mostraba todas las facetas humanas, pues mezclaba con certeza el drama y la comedia, tocaba temáticas de todo tipo sin que ninguna desentonase lo más mínimo: amoríos, situaciones de tensión máxima, acción, comedia, y un larguísimo etcétera de sensaciones con las que esta producción tocaba muy hondo a tantísimos espectadores. Por supuesto, mérito de esto también fue de sus estupendos giros de guion, que lograban dejar boquiabierto a cualquiera y que resultaron ser bastante oportunos. Lo cierto es que fueron unos giros de guion que suponían de un talento admirable y que mantenía la serie en la cima del éxito.

Sin duda, los guionistas de esta serie demostraron ser unos prodigios mostrando situaciones tan simples que se enredaban con tanta sutileza para a la postre resolverse de la forma más ingeniosa, desopilante y sorprendente posible. Era asombrosa la manera en que los personajes, por cualquier mínimo detalle o por el más pequeño despiste se acababan viendo envueltos en tesituras rocambolescas y que rozaban el surrealismo hasta que tirando de astucia y contando con una inesperada pero bienvenida suerte, acababan resolviendo hasta la más mínima nimiedad. Esta serie nos dejó personajes memorables que son historia dorada de la industria audiovisual española. Cómo no reírse a carcajadas con los enfados y con los denuestos de don Lorenzo que arrasaron el aquel entonces incipiente YouTube colmando de carcajadas a la comunidad hispanoparlante, cómo no adorar la humildad y candidez de Povedilla al que se le acababa cogiendo mucho cariño por su benevolencia mezclada con su sencillez y con el hecho de ser muy aplicado contra pronóstico, cómo no empatizar jocosamente con Mariano por sus constantes indignaciones por supuestas referencias a su oronda complexión, cómo no enternecerse de la inocencia de Sara como muchacha que a causa de todos los acontecimientos que le van pasando consigue ir curtiéndose en la vida y madurar poco a poco pasando de ser una adolescente risueña a una mujer hecha y derecha... Algo que resultó fundamental y que a muchísimas personas enganchó fue la historia “prohibida” de amor entre Lucas Fernández y Sara Miranda, pues todo lo que rodeó a esto encantó a los más jóvenes que veían la serie y que pudieron de alguna manera verse a sí mismos. Esta trama se avivó más con la posterior llegada de Aitor Carrasco que causó un triangulo amoroso que acabaría cautivando más aun a muchísimos espectadores. Huelga decir que la sexta temporada consiguió dejar boquiabiertos a los seguidores de la serie con la reinterpretación de la “no muerte” de Lucas Fernández, lo cual fue algo muy innovador que hizo que las críticas positivas a esta producción se incrementasen notablemente. Las dos temporadas siguientes mostrarían algo poco frecuente en las ficciones del país con la relación lésbica entre Pepa Miranda y Silvia Castro que finalizaría con un desenlace trágico en el ultimo episodio de la octava temporada y que le daría un sorprendente vuelco a la serie. La novena temporada dejó prácticamente de lado el humor y se volvió muy seria llegando incluso a presentar situaciones sobrenaturales y ofreciendo solo algunas pinceladas de comedia. Posiblemente esto último hizo que bajase la audiencia y Antena 3 decidió ponerle punto final a la serie.