Por el humo se sabe dónde está el fuego…” Así empezaba la romanza de la zarzuela “Doña Francisquita” de Amadeo Vives, que tuve el privilegio de ver en directo en dos ocasiones, cantada por el inolvidable Alfredo Kraus. Es una pena, que los distintos gobiernos que han pasado por Moncloa, hayan dejado en el más absoluto olvido un género lírico totalmente autóctono de España, como es la zarzuela. Porque en nuestro país sí hay dinero para todo lo que produce rédito inmediato en forma de votos o puestos de trabajo bien remunerados y sin la obligación de asistir a los mismos; son “Los intereses creados” de Jacinto Benavente que se estrenó en Madrid en el Teatro Lara en 1907. Como la zarzuela se prodigó mucho en las décadas de los 40 y 50, es posible que alguna lumbrera de estas que nos gobiernan, piense que fue un invento de Franco. Siento sana envidia de los italianos, que han sido capaces de vender ópera, pizzas y pasta por todo el mundo, incluso aceite de oliva español como si fuese italiano. Y por qué no decirlo, también siento envidia de Giorgia Meloni.
La primera cortina de humo que utilizó el Gobierno al empezar este año de 2025, para ocultar sus vergüenzas, fue los cien actos que había programado para celebrar la muerte de Franco, pero el humo se ha disipado y no ha hecho el efecto deseado; la auténtica cortina de humo ha sido la provocada este mes de agosto por las más de 400.000 Ha. que se han quemado en España, principalmente en las provincias de Cáceres, Zamora, León y Orense. Ha sido sin duda una de las mayores catástrofes ocurridas en España, y no seré yo quien diga que los incendios han sido causados por el cambio climático. Que cinismo! Qué cara más dura de quitarse la responsabilidad de encima! Ante una catástrofe de estas dimensiones, que además afecta a varias Comunidades, lo primero es movilizar a cuantos medios tiene el Gobierno, que son todos: Bomberos, Protección Civil, UME y todas las Fuerzas Armadas. La rapidez de actuación en estas catástrofes es decisiva. Cuando los incendios estén totalmente extinguidos se buscarán responsabilidades, si las hubiere. La segunda parte es la de indemnizar con la misma celeridad a cuantos han perdido sus casas, sus negocios, sus animales y sus cultivos. Es una vergüenza que aún no se haya terminado de pagar las indemnizaciones prometidas a bombo y platillo a los damnificados por el volcán de La Palma, que entró en erupción el 19 de septiembre de 2021. ¡Cuatro años esperando la ayuda! Esto es una tomadura de pelo a todos los españoles. Aprovecho para comentar que desde hace algunos años y cada vez con más frecuencia, algunos comunicadores han inventado una nueva medida de superficie: se trata del “campo de futbol”. Al principio sentí un poco de alegría, pensando que el estadio de la Unión Deportiva Almería, era igual que el Bernabéu. Mi gozo en un pozo, he comprobado que no son iguales. Lo traigo a colación, porque estos días he oído por Televisión que la superficie quemada en agosto, equivale a no sé cuantos miles de campos de fútbol. Que disparate y que poca precisión, teniendo a mano la Hectárea, que antes todo el mundo sabía que era un cuadrado de 100 m. de lado y lo entienden hasta los extranjeros, pero el Gobierno ya casi ha conseguido imponer el lenguaje inclusivo y ahora quiere cargarse el sistema métrico decimal. La RAE calla o habla bajito, para no molestar y los matemáticos también. Me empieza a recordar la famosa película “La ley del silencio” que protagonizó Marlon Brando en 1954.
Hace unos días, a pesar de haber refrescado el tiempo, he vuelto a sentir un gran bochorno y nauseas, viendo la imagen del Presidente de la Generalidad de Cataluña Salvador Illa, humillarse ante el prófugo Puigdemont, cumpliendo órdenes de Sánchez. Pues bien volvamos al punto de partida y para normalizar la situación, en lo que Sánchez y sus mariachis tienen que poner celo e intentarlo hasta 70 veces 7, es que la justicia belga, que aún no ha perdonado al Duque de Alba, entregue al delincuente -no hay que olvidar que es un huido de la justicia- que se pasea por Europa incluida España, como Pedro por su casa. Me refiero a la célebre frase, porque Sánchez, nuestro Pedro, por donde se pasea es por Moncloa... y le gusta. ¡Ojo! Cualquier propuesta de Sánchez, lo más probable es que sea una trampa.