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En nuestra sociedad, la igualdad de género no debe ser un tema de conversación aislado ni relegado a determinadas efemérides. La lucha por la igualdad real debe ser un compromiso cotidiano, una meta constante que no solo se limite a celebraciones o fechas señaladas, sino que se trabaje desde la base, desde las edades más tempranas, hasta las etapas educativas superiores, y por supuesto, en los entornos laborales.
Este compromiso con la igualdad no es solo una cuestión ética, sino también de justicia social. En Almería, la realidad de la violencia de género y la discriminación laboral nos señala que aún nos queda un largo camino por recorrer. En lo que va de año, nuestra provincia ha registrado 4.271 denuncias de mujeres víctimas de malos tratos, un incremento del 5% respecto al año 2023. Este dato, aterrador y desgarrador, subraya la urgencia de que pongamos todos los esfuerzos en erradicar esta lacra de nuestra sociedad.
Es necesario enseñar en casa y en las aulas, desde pequeños, a respetar la diversidad y a rechazar cualquier forma de violencia, acoso o discriminación. Solo así, con una educación inclusiva, podemos aspirar a un futuro libre de machismo, donde la igualdad de género no sea una utopía, sino una realidad cotidiana.
Pero la lucha por la igualdad no acaba en las aulas. También debemos trabajar en las empresas, en los entornos laborales, donde las mujeres siguen enfrentándose a obstáculos que limitan su desarrollo profesional y personal. La brecha salarial, (12 %n en nuestra provincia) que aunque no es de las más altas debemos ver que detrás se esconde el que los salarios sean de los más bajos. La falta de representatividad femenina en cargos directivos y la escasa conciliación de la vida laboral y personal son solo algunas de las barreras que siguen existiendo. En Almería, aunque hemos avanzado, aún quedan muchos desafíos por superar y así se los hacemos saber a nuestras delegadas y delegados, 731 mujeres y 668 hombres actualmente.
Desde UGT, llevamos años luchando por la erradicación de la violencia de género y la desigualdad, pero nuestra labor no se limita solo a la denuncia. Creemos firmemente que la prevención es la herramienta más poderosa para lograr una sociedad libre, por lo que trabajamos porque se cumplan con los planes de igualdad en las empresas, presionamos para que se aumente el SMI, combatimos la segregación ocupacional solicitando recursos que pongan en valor las profesiones tradicionalmente feminizadas.
Como secretaria de UGT Almería, he procurado y procuro resaltar siempre la importancia de que las empresas desarrollen planes de igualdad efectivos que vayan más allá de los discursos y se traduzcan en políticas reales de inclusión. Estos planes deben abordar la igualdad de trato y oportunidades, la conciliación familiar y laboral, la erradicación de la violencia sexual y de género en el ámbito laboral, y la promoción de un ambiente libre de acoso. La relación entre las personas trabajadoras y sus empresas debe basarse en la dignidad y el respeto mutuo, lo cual implica garantizar que las mujeres puedan desarrollarse plenamente en sus puestos de trabajo sin miedo a ser discriminadas.
La igualdad de género no es solo un derecho, es una herramienta de progreso social y económico. Por eso, desde UGT Almería no podemos permitir que las mujeres sigan siendo víctimas de violencia, de desigualdad o de discriminación en el ámbito laboral. Solo cuando logremos una igualdad real, podremos decir que hemos alcanzado un verdadero progreso como sociedad.
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