Manuel Falces, el visionario que se reía a carcajadas
El proyecto Imagina hizo que pasaran por Almería los mejores fotógrafos del siglo XX
Han pasado 15 años desde su muerte, y todavía recuerdo sus carcajadas en su despacho en la calle Martínez Campos. Era Manuel Falces, un fotógrafo único y excepcional y una persona con un trato cercano y maravilloso. Un buen idea ideó el proyecto Imagina. Era el principio de los años 90. Falces tenía claro que Almería tenía que ser la capital de la fotografía en España. Y lo consiguió. Los que vivimos Imagina desde sus inicios que luego dio lugar al Centro Andaluz de la Fotografía disfrutamos con la presencia de fotógrafos, la mayoría de ellos hoy fallecidos, pero que marcaron un antes y un después en el devenir de la fotografía.
Conocimos a un fotógrafo ciego. Sí, es correcto lo que escribo, ciego pero hacía fotografías. Descubrimos un señor que nos puso de cebo a una modelo en distintos puntos de la ciudad con el alboroto ciudadano que aquello conllevó. Estuvimos con el genio de la fotografía del siglo XX, llamado Henri Cartier-Bresson. Curioso que el fotógrafo que hizo miles de fotografías no le gustaba que le hicieran fotos. Tuvimos la suerte de conocer al grueso del grupo AFAL. Fue algo maravilloso, algo único y algo irrepetible. Cada uno con su personalidad estuvieron en el proyecto Imagina y se reunieron con José María Artero, que ya estaba muy enfermo. Tengo una colección de catálogos de aquella época, que tienen para mí un valor documental algo fuera de serie.
El remate del proyecto Imagina fue visitar la Expo 92 con muchos de aquellos fotógrafos. Hoy no valoramos el alcance que tuvo Imagina en Almería. Bueno, los que lo vivimos en primera persona si sabemos la importancia que tuvo. Y siempre en esta historia, Manuel Falces, con unas carcajadas que contagiaban a todos. Por eso, ahora que ha salido un libro con los autorretratos que hizo este genio y visionario, me alegro mucho. La Universidad ha hecho una gran apuesta. La ciudad tristemente lo tiene bastante olvidado. Lo que son las cosas, con lo mucho que hizo Falces por Almería y sin embargo, hoy día, la ciudad no le dedica el tiempo que merece. Menos mal, que nos queda Matilde Sánchez, su viuda, una luchadora, que reivindica la figura de su marido cada día. Que triste que una ciudad con tanto arte, olvide a muchos de sus genios cuando nos dejan. Es una pena, pero es lo que hay.
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