La tribuna

La obscenidad engorda una barbaridad

La obscenidad engorda una barbaridad

Doctor En Derecho Y Periodista

Según publica el digital The Objective, el pasado domingo 5 de octubre tres actores principales de la actualidad social y política se reunieron en el lujoso Hotel Santo Mauro sito en un barrio residencial de Madrid. Sentados en la terraza departieron largas horas de conversación; Jose Luis Rodriguez Zapatero, Jose Blanco y Cándido Conde Pumpido.

Cabe imaginar que no fue un encuentro casual. Madrid, ya se sabe, acapara larga tradición en intrigas, complots y conjuras. Asi lo viene mostrando la clase política y otros estamentos de poder. Cabe imaginar que , en el ámbito de una conversación amistosa, los reunidos pudieran deslizar algún comentario sobre el mercadeo político de beneficios mutuos que degrada la política y la sociedad en general en estas jornadas de desconcierto y luchas intestinas en los principales partidos políticos y singularmente el PSOE acosado por sospechas de corrupción interna que ponen las siglas del partido en el candelero judicial.

Son de sobra conocidas las actividades de algunos de los reunidos y sus cometidos en tantos asuntos que pervierten las relaciones entre el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial marcadas por actuaciones infames que tensionan y crispan a los ciudadanos mientras una lista de privilegiados delincuentes políticos carcajean repanchingados en la impunidad. Cabe aquí citar al fugado de la Justicia y de España, Carlos Puigdemont, cuyos menesterosos edecanes campan por el Congreso y los Tribunales con aires de superioridad moral y el dedo índice señalando los deberes al gobierno, jueces y magistrados e incluso al Tribunal Constitucional y al GGPJ.

Jose Luis Rodriguez Zapatero, cosiderado por la opinión pública como “Miserable Mayor del Reino” alardea con cinismo de “trabajar por la paz”,( la paz de su hucha). Hay pruebas que evidencian su constante labor de amanuense al servicio de tiranos y autócratas con el único objetivo del enriquecimiento personal; un individuo sin escrúpulos amparado en una falsa leyenda solidaria y social. Se ha publicado al detalle sobre la inmensa fortuna que ha ido amasando desde que ocupó el poder en 2004 hasta ahora mismo. Veinte años consecutivos protagonizando fechorías y acaparando un abultado patrimonio inmobiliario en España sin otra herramienta que la política y sin otro título profesional que la desvergüenza. Ahora aparece adornado con una eterna y falsa sonrisa cuando ejerce en favor de dictadores y sátrapas repartidos por el mundo asegurando la debida compensación.

En su ciudad natal era conocido como un mediocre profesor ayudante de derecho. Es decir, un menguado salario hasta que, por vericuetos del destino y la maldición de alguna bruja, logró encaramarse a la presidencia del gobierno y desde este trampolín inició la senda del lado oscuro de la historia hasta alcanzar una fortuna digna de un capitalista distinguido, ¿Cómo ha podido ocurrir semejante mutación? Puede deducirse que una de las vías “hacia el socialismo” alumbrara la ambición de ciertos miserables para cambiar el rumbo de su vida y hacerse inmensamente rico con un carnet en el bolsillo, ingresando en el Club de la Corrupción, capaces de actuar al margen de la legalidad hasta que alguna delación o investigación policial o periodística le cogiera desprevenido.

Diputados, concejales, alcaldes, altos cargos, ministros, etc. llegaron al partido, (también a otros partidos) de aquel modo. Muchos se interrogan perplejos de cómo viven y alardean; José Blanco, Jose Bono y Zapatero como ejemplos para una larga lista de aventajados. No es el caso de Ábalos, Cerdán o Koldo, les faltó finura y dotes para esa travesía hasta la opulencia sin dejar rastro. ¿Extraña la presencia de Conde Pumpido en esa reunión? Dejo a los lectores la conclusión sobre la foto imaginaria del presidente del Tribunal Constitucional reunido con el mensajero de Pedro Sánchez ante Puigdemont, un fugado de España y reclamado por la Justicia sobre el que ha de pronunciarse el T. Constitucional.

Y añado al análisis y a la lógica deductiva el hecho que 48 horas después de esa reunión se conociera que el Tribunal Constitucional que preside Conde Pumpido ha admitido el recurso de Puigdemont contra la decisión del Tribunal Supremo de no aplicar la amnistía a la malversación. Y más descriptivo aún que el mismo Tribunal Constitucional horas después rechazara las alegaciones del Tribunal Supremo contra la amnistía que permitiría al fugado Puigdemont volver impunemente a España con todos sus delitos borrados. Por favor, José Luís, ¿puedes pasarme un sobre de azúcar?

El relato de estos hechos recientes, hilvanan unas conversaciones y unas actuaciones. Con un simple silogismo alguien guiado del sentido común, no afectado por el síndrome de abducción ideológica, ni miembro de esos millones de beneficiarios directos e indirectos de la dedocracia gubernamental o de alguna trama corrupción económica y moral, podrá dar respuesta a esta simple ecuación. Queda para ustedes, amigos lectores.

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