Probablemente una parte más que considerable de nuestros compatriotas, salvo Ceuta y Melilla, no sería hoy capaz de situar en un mapa las otras plazas de soberanía española en el norte de África: el peñón de Vélez de la Gomera, las islas de Alhucemas (el Peñón e islas de Mar y Tierra), las islas Chafarinas (del Congreso, de Isabel II y del Rey Francisco) e Isla Perejil. Estas plazas son territorios españoles y europeos en suelo africano donde impera el derecho de la Unión Europea; la Isla Perejil, con la connotación del estatus especial que tiene hoy en día.
El estar presente en territorio norteafricano tiene su origen en la toma de Granada en 1492 con la expulsión de los moriscos de la Península y la organización en zonas costeras norteafricanas de nidos de piratas y corsarios desde los que, aprovechando sus veloces embarcaciones y las reducidas distancias, desarrollaron una continua actividad contra el comercio marítimo y las costas del sur y sureste peninsular. Una de las zonas más castigadas por estos ataques fue la costa almeriense comprendida entre Adra, Cabo de Gata y Mojácar, siendo uno de los más traumáticos el que llevó a cabo una flota de galeras turcas y argelinas sobre la localidad de Adra el 14 de octubre de 1620.
La actitud de nuestros gobernantes frente a estas agresiones fue la de una defensa adelantada, conquistando puntos clave en la costa norteafricana desde los que atacar a la piratería en sus propias bases de partida. A la ocupación de Melilla en 1497 se le uniría a principios del Siglo XVI la de Cazaza (1505), Mazalquivir (1505), el Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), Argel (1510), Bujía (1510) y Trípoli (1510). La mayor parte de estas posesiones se perderían a lo largo del siglo. Incluso el Peñón de Vélez de la Gomera se perdió en 1520, aunque después lo reconquistamos en 1564. Posteriormente, en 1673, para hacer frente a la política de expansión de los turcos, se ocupó Alhucemas (aunque era de soberanía española desde 1560) y más tarde, durante el Siglo XIX, para evitar que lo hicieran los franceses después de la conquista de Argelia, se tomó posesión de las Islas Chafarinas en 1848. Ceuta fue tomada por los portugueses en 1415, pasando en 1580 a soberanía española.
Hoy en día, aunque han desaparecido las causas que motivaron la ocupación de los mismos, estas islas y peñones siguen formando parte del territorio nacional y de su españolidad da fe su exclusión del listado de los 72 Territorios No Autónomos elaborado por el Comité Especial para la Descolonización de ONU en 1946. Actualmente tampoco figuran entre los 17 territorios que todavía quedan en el citado listado, en el que sí está Gibraltar. A efectos administrativos, estas plazas de soberanía dependen de la Capitanía Marítima de Melilla y en cuanto a seguridad y defensa, de la Comandancia General de Melilla, contando todas ellas con destacamento militar permanente.
Las Islas Chafarinas son un espacio protegido que por el Real Decreto 190/2018, de 6 de abril, se declaró Zona Especial de Conservación, aprobándose las correspondientes medidas de protección medioambiental. Y en este año del Centenario del Desembarco de Alhucemas (8 de septiembre de 1925) en el marco de la guerra del Rif (1909-1927), que fue un hito en la historia militar al ser la primera operación anfibia en el siglo XX llevada a cabo con éxito en el mundo, es de resaltar el papel que en este desembarco tuvo el Peñón de Alhucemas, ya que intervino como una base de apoyo de fuegos, apoyando la operación con el fuego de las 24 piezas de artillería que en esa época estaban asentadas en el mismo.
Cuando en 1956 reconocimos la independencia de Marruecos y nos retiramos de su territorio, estas Plazas de soberanía no se vieron afectadas en su estatus puesto que nunca formaron parte de dicha entidad territorial. Tenemos que ser claros en la defensa de la españolidad de estas islas y peñones y rigurosos a la hora de transmitir al resto del mundo que no hay ninguna cuestión colonial ni agravio histórico pendiente con Marruecos, que seguirá intentando mantener vivas sus aspiraciones de conquista con acciones como las que llevó a cabo sobre la Isla Perejil en julio de 2002, o el incidente en el Peñón de Vélez de la Gomera acaecido en agosto de 2012, cuando un grupo de activistas del Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla pretendió colocar la bandera marroquí en la cima del peñón, acción impedida por el destacamento militar.
