La tribuna

Ángel López Moya

Sabotaje

Sabotaje
Sabotaje

22 de mayo 2025 - 03:08

La palabra sabotaje está perfectamente definida en la RAE: “Daño o deterioro que se hace en instalaciones, productos, etc., como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra…”. Pues bien, el presidente Sánchez en varias declaraciones ha dicho que la interrupción de los trenes entre Madrid y Andalucía que tuvo lugar el 5 de mayo, podría haber sido causada por un sabotaje. Inmediatamente después su ministro sumiso Oscar Puente ha repetido el mismo argumento para reforzar la tesis de su amo. Por último Fernández Heredia jefe de RENFE, para no quedarse descolgado, también ha apoyado la ocurrencia de Sánchez. Pues no, Señores del gobierno, ha sido un robo de cable de cobre de unos 150 m. que en el mercado pueden obtener unos 500 €. Y es que en España últimamente resulta muy barato robar, independientemente del valor de lo sustraído. Te roban la casa y no pasa nada y lo malo es que ya nos hemos acostumbrado. Se roban y se malversan millones de euros y los responsables andan paseando por las calles de nuestras ciudades haciendo gala de su desvergüenza, a pesar de haber sido condenados. Estamos hartos de ver como hay personas que matan para robarle a su víctima 20 €. Los ciudadanos de Almería sabemos que en varias ocasiones han robado el cable de cobre del flamante Cerro de San Cristóbal, gracias al cual los almerienses podemos recrearnos y disfrutar de la estatua iluminada del Sagrado Corazón de Jesús. A mi el verbo afanar me encanta; de forma coloquial la RAE lo define como hurtar, estafar, robar. Ahí entra todo, independiente de su valor. Sr. Presidente hay que perseguir a todos los delincuentes y castigarles. Le aseguro que la preocupación de los españoles no es amnistiar a los delincuentes. En un estado de derecho nuestro deseo, el de la gran mayoría de los ciudadanos, es que los golpistas, ladrones, estafadores, asesinos, violadores y gente de mal vivir, permanezcan recluidos en prisión; en prisiones que nunca deben ser mejores que la casa del más humilde trabajador.

Si yo quisiera hacer un sabotaje, lo último que haría seria guardar el cuerpo del delito en mi poder, en este caso el cobre robado; rápidamente me desembarazaría de todo lo que me pudiese delatar. Para hacer un sabotaje en una línea de ferrocarril yo recurriría a lo que nosotros llamamos un “par de caballería”. Es muy simple, consiste en colocar dos explosivos de cualquier tipo adosados a un raíl, uno a continuación del otro, pero en distintos lados. Las fuerzas opuestas de los explosivos hacen que el raíl quede cortado o convertido en una “Z”. Por favor, señores del gobierno no insistan más en el sabotaje, porque no ha existido mas que en la cabeza de Sánchez. Aquí los que están atentando contra la constitución, ya sin pudor y sin ningún tipo de disimulo es el Gobierno al completo, porque mientras no dimita algún ministro, todos son igualmente de traidores a la Constitución y por tanto a España. Por cierto que el día 12 de los corrientes el Talgo de Madrid-Almería ha vuelto a tardar 10 horas en llegar a su destino.

Los acontecimientos últimamente van a gran velocidad: el gran apagón, parón de los trenes y las conversaciones de Sánchez con sus allegados más cercanos, reflejan perfectamente la calaña del personaje que se ha amarrado al duro banco de una galera turquesa...Se empieza a ver el final del túnel y morirá envenenado y traicionado por los mismos que lo han adulado y adorado como un ídolo de barro, como era de esperar. El que a hierro mata a hierro muere. La máquina de hacer fango que llevaba una temporada en el dique seco la han vuelto a poner en servicio y por primera vez he oído algunas voces que dicen sin complejos: tirad con toda la artillería, que el enemigo está dentro. Pues tampoco es un gran descubrimiento, eso lo sabíamos la mayoría de los españoles y últimamente media Europa. La última de esta semana pasada ha sido la autorización para poder consumir droga, así como su tenencia, dentro de un vehículo aparcado. Marlaska, siempre preocupado por la comodidad de los camellos que andaban expuestos a las inclemencias del tiempo y de pie, ahora lo tienen cómodo y seguro y como el conductor permanece dentro, no se considera aparcamiento, sino estacionamiento, con lo cual no tiene que pagar la zona azul. Sr Marlaska, es Vd. lo que es...salta a la vista.

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