Secretos entre líneas

Javier Sierra vuelve a su cita con los lectores almerienses de la mano del programa “Diario de los libros”, para presentarnos su último trabajo “El plan maestro” que supone una combinación de misterio, historia y elementos esotéricos para envolvernos en una trama llena de enigmas y secretos ancestrales. Concebida con una gran conexión con la anterior novela “El maestro del Prado”, no es exactamente su continuación sino un diálogo abierto entre ambas obras y el lector.

“El plan maestro” se adentra en la búsqueda de un conocimiento oculto, explorando las conexiones entre diferentes culturas y épocas. En cuanto a su género narrativo podemos hablar de “novela”, aunque el propio autor prefiere encuadrarla dentro de un género híbrido entre narrativa de ficción y hechos probados, para el que la cultura anglosajona tiene acuñado un término exacto: “faction” (la mezcla entre “fiction” y “facts”). Eso se percibe nada más empezar la lectura, con la inclusión del propio Javier Sierra y su familia como personajes, y el desarrollo de una trama que presenta historias fantásticas como si fueran “reales”.

La obra resalta la idea de que el conocimiento no es solo una acumulación de datos, sino un proceso de comprensión profunda que requiere sensibilidad y apertura mental. La novela invita a cuestionar las creencias establecidas y a explorar nuevas formas de entender el mundo, promoviendo un pensamiento crítico y una actitud de exploración constante. Considero, como profesor de literatura, que es un aspecto muy interesante para nuestros jóvenes lectores puesto que promueve puntos de vista divergentes, creativos, originales y críticos.

Se aborda el tema del sistema de percepción en la niñez, muy diferente al de personas adultas. Existen estudios neurológicos que demuestran que a partir de los siete u ocho años en el cerebro humano se produce lo que se conoce como “poda sináptica”. Las neuronas que están hiperconectadas empiezan a bloquearse de la red neuronal. La educación obviamente también influye en este proceso de “condicionamiento” en la forma de percibir. Javier Sierra nos transmite que si procuramos rescatar en lo posible esa mirada primigenia, se produce lo que en la novela se llama “segunda mirada” que permite percibir el arte en otra dimensión.

La obra incorpora ilustraciones que ayudan muchísimo a integrar la multiplicidad de perspectivas de la trama, y sobre todo a no perder el ritmo narrativo. El lector no necesita realizar búsquedas por internet porque las ilustraciones las tiene en las manos. Javier Sierra declaró en una entrevista que, como joven lector de Julio Verne, le impactó su forma de articular la trama con grabados, y de este formato es heredero “El plan maestro”

Javier Sierra, tal como hacen los grandes pensadores, además de contarnos una impactante historia, nos hace plantearnos importantes preguntas: ¿Existe un “plan maestro” cuidadosamente planificado y diseñado de manera oculta para regir los grandes acontecimientos históricos? ¿podemos descifrar ese “plan maestro”? ¿conocer ese plan nos puede dar claves para entender las grandes preguntas sobre el sentido de la vida y el destino de la humanidad?

Como dice el propio autor en los preliminares de la novela: “El buen maestro no es el que te da el conocimiento, sino quien te enseña a encontrarlo”. Es nuestro turno, el de los lectores y lectoras: debemos adentrarnos en la novela con los sentidos muy abiertos, con sagacidad, estrategia e intuición. Tengamos en cuenta que los mensajes más profundos de “El plan maestro” están hábilmente insinuados, sugeridos… son intrigantes secretos escondidos entre líneas.