El silencio de los corderos
Mentir, mentir y mentir. ¡Jeta! ¡Jeta! y ¡¡¡Jeta!!! Ese puede ser el resumen del Congreso o lo que sea del PSOE. Después de ver y oír las Milongas arrabaleras del Sr. presidente, me viene al recuerdo un baile en Requena, allá por el 1967, en el que una moza, rolliza, sin duda, se movía en el baile como pez en el agua; y, al correrse la voz de su poca exigencia en cuanto a la presión ejercida, se llegaba casi al cuerpo a cuerpo entre los deseosos de acceder al magreo consentido. Y de esa guisa, transcurrió la noche, hasta que uno de los mozos, osado y temerario, dirigió la mano a un lugar entonces prohibido; y ante la sorpresa exclamó: ¡Es un tío! La que se armó; excuso decir que, careciendo de las leyes del socialismo moderno, los “elles” aun no eran de pública presencia en el ambiente festivo (estábamos muy atrasados). Pero yendo a la causa que ha motivado mi preámbulo, quiero aseverar que a partir de ese momento declinaron las solicitudes de danzar al unísono con aquella – hasta entonces – solicitada dama. Y no fuera eso lo más extraño, sino que, a partir de ese momento, apenas si llegó a tres el número de mozos bailongos que no negaron sus seductoras danzas. Y al día siguiente, domingo para más señas, solo uno catalogado por muchos como el tonto del pueblo, ante un vaso de vino, decía orgulloso, ¡Yo baile con la rubia! Pues bien, eso al parecer ha pasado ahora en el PSOE, nadie conoce ni por supuesto se ha reunido con Cerdán, ni con Ábalos, no con Koldo, ni con Aldama, ni con Begoña, ni … estaría media página poniendo nombres; sin contar los que aún han de salir. Pues bien, esta mañana, me he entretenido – debo padecer algo de masoquismo – en oír que no escuchar, al actual magíster de las Españas, contarles el cuento de Caperucita a sus curritos, a quienes el heno del pesebre lleva al convencimiento de que cual dice la tradición de las Españas, el cornudo, es el último que se entera de sus atributos ¡Como no duelen! Y de esa guisa, el agnus hispaniensis, denominado también como “Cordarius” en un latín vulgar (deferencia con las víctimas de la LOGSE) se cree a pies juntillos que Sánchez no se enteró de las andanzas de Cerdán; la “Vice”, no se entera de que un alto cargo suyo, trincó cien mil eurillos de nada; y la pobre, tiene quemadas, no solo las manos, sino hasta la cejas de tanto chorizo como al que ha avalado con sus promesas; qué contarles con el ministro de transportes, quien echa las culpas a los saboteadores de que los AVE’s se parezcan más a las cafeteras de Mortadelo y Filemón que a los trenes de alta velocidad de los que según dicen, - dicho sea de paso - también trincaron los del PSOE ¡Toma nísperos Colasa! viéndose obligados algunos viajeros – sin duda precavidos – a llevar una tienda de campaña y un kit de supervivencia, eso en cuanto a los viajes en tren; que, en cuanto a los alojamientos, en prevención de los apagones, se están acaparando las minilinternas que venden los chinos, ya que los candiles, se han abandonado, dado que el aceite, aún está carillo. Ayer, leyendo un periódico del año 2017 – un periodo a los efectos que comento, ya hundido en la prehistoria - en el que se devolvía el billete a los viajeros del AVE que llegaran a su destino con un retraso de cinco minutos o más. ¡Joder! ¡Qué gozada! Y de viajar en avión ¡para qué les cuento! O vas a Barajas una semana antes para pasar control, o te quedas en los madriles. ¿No es maravilloso? Y si hablamos de pucheros, las primarias del PSOE en el 2016, debieron parecerse más a las cocinas del regimiento Álvarez de Sotomayor que a la sede del partido, – por la abundancia de pucherazos, lo digo – pues hoy leo: Las primarias de Susana Díaz y Espadas de 2021, bajo sospecha tras detectarse más de 800 afiliaciones falsas o cuando en 2016 apareció una urna camuflada tras un biombo; y ahora, Susana Díaz, pide transparencia inmediata pues sospecha que Santos Cerdán amañó las primarias de 2014. ¡Amos, anda Susanita! Muerto el burro, la cebada al rabo. Y los corderitos, se lo creen ¡Angelicos! Ya lo decía Don Quijote: las cuitas del cerebro, se fraguan en la cocina del estómago.
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