Tribuna

José María Martínez de Haro

Escritor y periodista

Ante las urnas

Ante las urnas

Ante las urnas

La realidad líquida absorbe la mente. Los partidos políticos cruzan armas y el partido de gobierno practica impúdicamente el juego sucio fuera del marco institucional propio de las democracias europeas. El sanchismo combativo lanza a su feligresía a frenar el avance de la derecha, lento y constante. Sánchez es un político de acción y de acreditada desverguenza. Feijoo podría inmolarse en las cenizas de la cautela, la prudencia, lo intermedio, rasgos del regionalismo atávico que no logra medir el alcance de su nueva figura como candidato de la derecha a presidir el gobierno de España. Continúa pensando y actuando en gallego, como Hernandez Mancha continuó pensando y actuando en andaluz. Madrid es un enigma donde todo provincianismo sucumbe .A Feijoo no le sube el souflé y a Sánchez le sobra espuma. Y así comenzó la campaña electoral cuando desde diciembre de 2022 soportamos una agresiva campaña sin tregua y en casos concretos sin vergüenza. La batería legislativa del gobierno ha logrado desnaturalizar la letra impresa de la constitución ayudado por esta nueva mayoría del TC cuya característica más visible es la servidumbre política al sanchismo. Los calificativos se ajustan a los hechos. Una sorpresa aguardaba las triunfalistas comparecencias de Pedro Sánchez; en estas elecciones Bildu ha lanzado un dardo al costillar del PSOE y ha alcanzado de pleno el entrecejo de Sánchez. Sin el menor rubor, la astucia de un tal Otegui ha seleccionado a 43 de sus candidatos a estas elecciones entre quienes acaparan condenas por terrorismo: Hay que reconocer que no hay mayor acreditación para un partido heredero de la banda terrorista. Y como mayor título y vanagloria, siete de ellos con delitos de sangre. Se trata de terroristas condenados por el mayor crimen contra la humanidad, el asesinato. Los balbuceos del presidente del gobierno, y del gallinero de ministros y ministras corriendo por los pasillos del Congreso para no responder las preguntas de los periodistas nos trasladan a algún país del tercer mundo cuando los políticos de turno son cogidos in fraganti. Después, cuando la oposición y la opinión pública ha mostrado perplejidad y rechazo, solo entonces, los asesores monclovitas, cerca de seiscientos a las órdenes de Sánchez y Bolaños han elaborado una respuesta estándar para situaciones embarazosas o de emergencia ;“ la inclusión de estos candidatos de Bildu puede ser legal, pero no es decente” balbuceaba el presidente desde Washington. En esa palabra fallaron los seiscientos pensadores monclovitas; “decente”. Dicha palabra y el concepto que abarca sería como ácido sulfúrico en boca de algunos. Le respondieron en este sentido analistas políticos , intelectuales socialistas del prestigio de César Antonio Molina, las víctimas del terrorismo y la oposición .Y de repente¡! oh, dioses prodigiosos ¡! los siete condenados por asesinatos declaran que no recogerán las actas en caso de salir elegidos el 28 de mayo. Todo resuelto dicen los miembros del gobierno, barones socialistas y el personal beneficiario del tinglado. Sin embargo, queda por aclarar lo que se refiere a la decencia, moralidad y ética. Resulta insólito que un presidente de cualquier gobierno en una democracia europea pueda alegar que la “legalidad” se impone sobre algo tan elemental como la ética, la moral y la decencia, argumento técnico tremendamente indecente. Sin ética, sentido moral y decencia no es posible calificar algún político como democrático.Pero en España se da una paradoja inigualable; para optar a un empleo en las administraciones públicas, municipales, comunitarias o del estado hay que acreditar previamente no tener antecedentes penales. Sin embargo, para representar a los ciudadanos en las instituciones y organismos públicos, pueden presentarse a elecciones aunque consten condenas por asesinato. La cuestión sobre el cumplimento de dichas condenas no puede eludir la condición de asesino, como el cumplimiento de condenas por robo no puede eludir la condición de ladrón. Los crímenes cometidos por ETA palpitan en la mente de varias generaciones que vivieron años deterror. Y surge una reflexión de fondo; algo no encaja en este país cuando la legislación no es acorde con el sentido común , cuestión tan elemental que no es preciso ser jurista para rechazar que unos condenados por terrorismo gobiernen municipios, diputaciones o se sienten en los sillones del Congreso influyendo y marcando acciones de gobierno. La legalidad habrá de basarse en el sentido común acorde con los sentimientos arraigados en una mayoría social sobre la dimensión penal de arrebatar una vida humana. Pues bien, nuestro presidente de gobierno no ha movido una ceja para enfrentarse a una situación provocada por su socio preferente, Bildu. No ha instado a la Fiscalía General ni la Abogacía del Estado, aunque fuera gesto teatral, para que demandaran la aplicación de la Ley de Partidos en relación a Bildu y sus 43 candidatos. Esta actitud responde a una sola razón; el beneficio personal de Sánchez porque Bildu le mantiene en el poder y caso de retirarle el apoyo parlamentario su gobierno caería por propia inconsistencia. La conclusión es que el presidente está atrapado en una tela de araña de la que no puede salir y por ello está dispuesto a soportar esta humillación a la democracia , a las víctimas del terrorismo y a tragar con todo lo demás que pudiera venir. Manejan a su antojo y conveniencia los resortes del Estado y las decisiones del Gobierno. Y él lo sabe.

Esta por ver si los españoles están preparados para asumir esta claudicación ante los herederos de una banda que atentó contra la democracia española y para ello no dudó en recurrir a los crímenes más abyectos. Hombres, mujeres, ancianos y niños cayeron indiscriminadamente. No cabe argumento para entender que quienes no se arrepienten de los asesinatos ahora se arroguen el papel de socios preferentes de un presidente de gobierno y por ello son intocables. Sánchez, con su voluntad inquebrantable de no romper sus relaciones con Bildu habrá de enfrentarse a las urnas en diciembre con esa carga ineludible. Jactancioso y furioso exige silencio a la oposición, silencio a los medios de comunicación, silencio a la ciudadanía. No mencionar a Bildu, no le conviene que le reprueben su pasividad ante la presencia de condenados por asesinatos en las listas electorales. Por ello acusa con altanería al líder del PP asimilando a la oposición constitucional con la “legitimidad” de los herederos políticos de la banda terrorista. Serán las urnas el mejor escaparate de la conciencia nacional y singularmente de los votantes socialistas, todos sin excepción se enfrentan a un dilema, ya lo avisó Alfredo Pérez Rubalcaba; Levantar la voz como consecuentes socialistas o mantenerse socios de quienes proclaman que su objetivo primordial es romper la unidad de España y liquidar el Estado. Para este final no fueron necesarios 144 años de historia, las mejores páginas del PSOE quedarían sepultadas bajo el fango de la indecencia.

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