Provincia

Aserraderos de Fiñana cierra 2019 con 1,8 millones de facturación y 22.000 metros cúbicos de madera tratada

  • Emplea a 14 personas en su factoría y su actividad afecta a otros 40 puestos de trabajos de manera indirecta entre transporte, trabajos forestales y talleres de la comarca

Miguel Expósito, director gerente de la compañía, y el alcalde de Fiñana, Rafael Montes.

Miguel Expósito, director gerente de la compañía, y el alcalde de Fiñana, Rafael Montes. / (Fiñana)

Mucho se habla de la España vaciada, sin embargo, muy pocas veces se pone el foco en los casos de éxito que convierten el entorno rural en motor económico y fuente de experiencias empresariales sólidas. En la provincia de Almería uno de estos referentes es Aserraderos de Fiñana, que con 1,8 millones de facturación y una repercusión en el mercado laboral de más de medio centenar de puestos de trabajo, se ha configurado en apenas diez años en un modelo indiscutible de la industria maderera.

“Elegimos Fiñana por la ubicación, que es punto concéntrico entre Sierra Nevada, Sierra de Baza y Sierra de los Filabres, además de por las facilidades que nos ha ofrecido desde el principio el Ayuntamiento”, afirma Miguel Expósito, director gerente de la compañía. La empresa es uno de los perfiles que el Ayuntamiento de Fiñana ha decidido promocionar desde la propia institución en su campaña de “contraejemplos” que tratan de desmontar el mito de la falta de oportunidades en el mundo rural. “Hablando de la España vaciada y sólo del problema no vamos a encontrar soluciones, por lo que es hora de mostrar lo positivo, hablar de los que tienen éxito y mostrar que el mundo rural es un entorno natural de oportunidades”, afirma Rafael Montes, alcalde de Fiñana.

El aserradero de Fiñana transforma anualmente 22.000 metros cúbicos de tronco de madera de pino, que tras un medido proceso industrial pasan a convertirse en madera para palets, astilla destinada a tableros de aglomerado o serrín, que entre otros usos tiene como destino la fabricación de camas para animales. Del pino transformado en esta factoría se aprovecha todo, tanto es así que todos los años unos 3.000 metros cúbicos de corteza de pino de las sierras almerienses y granadinas se convierten en compost e insumos para empresas de jardinería.

La importancia de ejemplos como Aserraderos de Fiñana en el tejido económico del entorno rural puede medirse por los catorce puestos de trabajo que mantiene en la planta, o los cuarenta trabajadores que desde distintas subcontratas tienen relación directa con la factoría fiñanera. Así, a raíz de su puesta en marcha en abril de 2009 ha favorecido el crecimiento de actividades directamente relacionadas, como las dedicadas a trabajos forestales, transportes o talleres.

La mayor parte de su materia prima procede del triángulo escaleno que forman Sierra Nevada junto con las de Baza y Filabres, si bien en ocasiones también recurren en menor medida a la producción maderera de otras provincias. Mantener su nivel de actividad actual es el principal objetivo de su estrategia mercantil a corto plazo. “El caso de Aserraderos de Fiñana es uno de tantos que podemos mostrar como ejemplos de que con una mínima ayuda, la iniciativa empresarial puede ser el verdadero motor que revierta la tendencia de la tan mencionada España vaciada. Yo soy de los que piensan que más que de vacío tenemos que hablar de espacio que podemos llenar, de oportunidades que están a menos de una hora de grandes ciudades, con la diferencia de que los recursos naturales están aquí y su explotación responsable nos beneficia a todos, y en muchos sentidos”, señala el alcalde.

El Ayuntamiento fiñanero ha iniciado una particular cruzada que consiste en mostrar el lado positivo del entorno rural, los casos de éxito que ofrecen esa otra imagen y que pueden atraer a emprendedores que busquen nuevos horizontes para desarrollar sus proyectos. “Hay que empezar a ver que ser pocos dentro de un mismo entorno no es siempre un problema, sino que puede convertirse en un elemento a favor de los emprendedores porque aquí no hoy colas, no son uno más, sino que son nuestra prioridad. Ni tan siquiera pretendemos que hablen con nosotros, sino con quienes ya están instalados para que sean ellos, como Aserraderos de Fiñana, quienes cuenten su experiencia. Para nosotros son, sobre todo, el sustento de catorce familias y ejemplo de que lo rural es, bien llevado, mucho más que una actividad rentable”, concluye Montes.

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