Provincia

Un paseo por las fuentes de la vida

  • El municipio tiene una importante vinculación con el preciado líquido y alberga multitud de caños a lo largo de su casco urbano que evidencian su estrecha relación

El municipio de Vélez-Blanco, enclavado en la comarca de Los Vélez, ha estado ligado íntimamente desde siempre con el agua. Su privilegiada posición geográfica en la Sierra de María, escogida por la población musulmana en el siglo XIII para construir una alcazaba, ha estado siempre muy vinculada con el preciado líquido al ser un lugar rico en manantiales naturales. No en vano, algunas fuentes, de las casi cerca de una veintena con las que cuenta la localidad, han condicionado la estructura y fisionomía de la localidad y su ubicación siempre ha sido punto de encuentro de los vecinos a lo largo de los siglos como es el caso de la fuente de los Cinco Caños.

El concejal de Hacienda y Cultura de este ayuntamiento velezano, Dietmar Roth, ha publicado un estudio sobre algunas de las fuentes más representativas de la localidad y destaca de ésta que "desde el punto de vista artístico destaca sobre las demás". Es una fuente mandada a construir por el primer marqués de los Vélez, Pedro Fajardo, y decorada con una lápida de mármol que ostenta los escudos de las familias Fajardo, Chacón y de la Cueva. Está recogida, junto al caño de Caravaca, en el inventario que se confeccionó en 1546 con motivo de un pleito sobre la herencia del primer marqués.

El edil de Hacienda y Cultura, Dietmar Roth, ha documentado muchas de ellas

Destaca por su llamativa inscripción latina QVI GVSTAT HOS LATICES NON OBLIVISCITVR que hace referencia al mito de la fuente de Lete de la Antigüedad Clásica como símbolo de la inmortalidad. Cerca de los Cinco Caños, lindando con el barranco, se encontraba el huerto del marqués de los Vélez.

Cerca de ella también se encuentra quizás la más conocida popularmente por su historia de amor: los Caños de la Novia. Roth señala que "según una escritura de compraventa de una casa en 1606 se llamaba los Dos Cañicos".

Esta fuente es muy fotografiada por los turistas y vecinos debido a la leyenda urbana que cuenta que el que bebe de sus aguas encontrará el amor. Como curiosidad, los Caños de la Novia ha ido cambiando tanto su aspecto como el numero de caños. Desde 1.944 tiene cuatro caños con un agua de excelente calidad, como el resto de las numerosas fuentes del lugar.

También destaca Roth el Cañico de la Romería, reconocido con este nombre desde 1614 debido a que estaba junto al horno del mismo nombre, propiedad del Concejo de Nueva Población "y, por tanto, había sido antes propiedad de moriscos", explica.

Otro de los caños de gran valor y simbolismo es el de Caravaca, una fuente situada en la calle San Fernando del núcleo urbano de Vélez-Blanco. También fue encargado por el primer marqués de Los Vélez a principios del siglo XVI, donde se abrevaban las caballerizas y el ganado. De sus cuatro cañas manan ricas y frescas aguas. Su obra de ladrillo se revistió en 1944 de azulejería con dos escenas de 'La Vendimia' de Goya y una escena del Quijote, aparte de ostentar en el centro el escudo de la Familia Fajardo igual que a los pies de la fuente.

También de gran valor histórico es la Fuensanta, fuente ubicada junto al Cuartel de la Guardia Civil y la almazara de la familia Motos. También afirma el edil de Cultura que su nombre está documentado en un documento de compraventa de 1642.

Los Caños de la Alameda no es de los más conocidos ni de los más vistosos comparado con los Caños de Caravaca, pero está muy arraigado en el llamado Barrio de Vélez -Blanco, donde se celebraba la antigua feria de ganados.

Destacan también dentro de la importantísima red de fuentes públicas de Vélez-Blanco otras como la Fuente del Peral, la Fuente de la Carnicería, la Fuente del Cortijo de Cuesta, la Fuente del Cortijo del Moral, la Fuente de las Almohallas, la Fuente Mahón, los Caños de la Alameda, la Fuente de la Higuera, Fuente de los Pastores, Fuente de Martilena, Fuente de las Pilas, los Caños del Plaza y la Fuente de los Tornajos.

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