El Restaurante 'El Caballo Rojo', de Córdoba, cuajó una gran faena y dejó un buen sabor de boca en su estreno en las XXIV Jornadas Gastronómicas sobre el Toro Bravo, de Terraza Camona, de Vera, que ayer celebraron su segunda jornada y se despiden hoy con los anfitriones a los mandos de los fogones y de un menú que contará con un entremés del Parador Nacional de Turismo de Mojácar.

Los cordobeses, uno de los grandes referentes de la cultura culinaria andaluza, regalaron todo un festival sensorial a los cerca de dos centenares que llenaron los salones del reputado restaurante veratense. Muchos se dejaron convencionalismos, se entregaron al festín sin tapujos y llegaron a rebañar la salsa del rabo de toro a la cordobesa, que interpretan como pocos, y es su plato más emblemático.

"El Caballo Rojo', ubicado junto a la Mezquita, es una casa que fusiona la comida española con la herencia judía y musulmana de la antigua Córdoba. Su carta está repleta de platos originales. La ensalada sefardí con taquitos de res brava es uno de ellos y fue el que abrió su oferta. Constaba de verduras como zanahorias, setas, ajetes y pimientos, junto con atún, aderezado con una especie de carpaccio en vinagre.

Su propuesta inicial, muy sorprendente, tuvo su continuidad con unas alcachofas a la Montillana con jugo de novillo, con mucha personalidad. Pero el festival de emociones ye experiencias se desparramó en el tercero de sus platos, únicamente por el orden de aparición. Su rabo de toro a la cordobesa alcanzó la excelencia, jugoso y bien engrasado, es todo un motivo para el recuerdo de su paso por estas Jornadas de Terraza Carmona. Los cordobeses cerraron con un pastel de gloria con helado de arroz con leche, refrescante y muy oportuno, antes de una copa de cava y un café, que redondeó una participación de alto nivel.

"Ha sido nuestro estreno en estas jornadas y la verdad es que hemos recibido un trato exquisito y estamos muy agradecidos de haber venido", valoró José Castilla, jefe de sala de este restaurante en nombre de Ángel López, jefe de cocina, y de María Escribano García, actual propietaria.

La hija de José García Marín, quien falleció en enero pasado a los 91 años, después de una vida entregado a la restauración y a dar nombre a este señero restaurante, no ha podido acudir a Vera porque está embarazada y su médico le ha consejado que no hiciera esfuerzos, ya que ha entrado en cuentas y podría dar luz este próximo lunes.

Las jornadas se despiden hoy. El menú correr a cargo de Antonio Carmona y su equipo. Constará de un carpaccio de lomo bajo de becerro con ensalada, jamón ibérico, queso de cabra y foie; arroz meloso "de feria'- de Vera- con entraña de toro de lidia asada, jabuchos y teja de azafrán; canelón de jarrete de añojo estofado con crema suave de patata violeta y seta shiitake y solomillo de novillo con revolera de espinacas, pistachos y pimientos asados sobre salsa de garnacha, y copa dulce de futa y chicuelina de chocolates.