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González Quilez y Watiya Benali se imponen en la XXXV Aguacarbo

  • La carrera se ha cerrado con la participación de cerca de 600 corredores en su regreso tras un año de espera

González Quilez y Watiya Benali se imponen en la XXV Aguacarbo

González Quilez y Watiya Benali se imponen en la XXV Aguacarbo

Alberto González Quilez y Wafiya Benali han inscrito sus nombres en el palmarés de la carrera popular Aguacarbo, entre Aguamarga y Carboneras, como ganadores de su trigésima quinta edición disputada por cerca de 600 participantes.

El ganador, quien promedió 3’14’’ por kilómetro, aventajó a Zouhair Janati y Ahmed Ouslimane, segundo y tercer clasificados y ambos del Club Sayma Níjar, en 15 y 41 segundos, respectivamente, en la línea de meta.

La vencedora, del C.A. Nogalte- Hogar Puerto Lumbreras, paró el reloj en 37’ 46’’ a una media de 3’58’’ por kilómetro. Sucede a Janine Lima Rodríguez del Club C.A. Malaga, quien se impuso en la edición de 2019 en 39’10 cuando ocupó la segunda plaza.

El vencedor absoluto sucede en el palmarés de la prueba a Zouhair El Janati, quien no pudo revalidar su triunfo de 2019, cuando alcanzó la meta en un tiempo de 31’ 30’’, mientras que Ahmed Ouslimane repitió la tercera plaza conseguida en la trigésimo tercera edición de 2019.

La carrera se inició en la plaza de Aguamarga y discurrió por la carretera Al-5106 que une esta barriada nijareña con Carboneras antes de alcanzar la Plaza del Castillo, donde se situaba la meta, y completar un recorrido de 10 kilómetros.

La de 5 kilómetros para categorías de promoción, infantil y cadete, en la que se impuso Rafael Torralba Arroyo (20’35’’) por delante de José Simón Ruiz y María Romero López y la modalidad virtual fueron las otras dos modalidades de participación. La segunda, reservada para aquellos que no pudieron desplazarse, se cerró con 152 corredores.

La prueba se disputó bajo todas las medidas de seguridad, adaptada a las limitaciones por la COVID-19. Así, hubo obligatoriedad del uso de mascarilla en las inmediaciones de la zona de salida y meta, y durante todo el tiempo que duró la prueba. Esta obligatoriedad se hizo extensible a personal de organización, voluntarios, atletas y público en general.

La salida fue el momento donde más atención hubo que prestar para que se cumplan las distancias de seguridad y evitar aglomeraciones. Para ello se establecen medidas de precaución. Así, se estableció un sistema de salidas por mangas según tiempos, diferenciadas con el fin de evitar aglomeraciones. Las mangas constaron de 150/180 participantes y se diferenciaron entre 3 y 5 minutos.

Durante la carrera, que discurrió por parte del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y el aparcamiento de la playa de Los Muertos, se dejó una distancia mínima de 1,5 mts entre participantes. Para los adelantamientos se debía de dejar al menos 2 metros de separación. Los tres primeros clasificados de la general masculinos y femeninos recibieron premios en metálico.

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