Julio Le Parc donará una escultura al pueblo del que se enamoró hace 50 años

Nació en Argentina, en concreto, en la ciudad de Mendoza, pero la mayor parte de su vida ha transcurrido en París. Desde la ciudad de la luz recaló en el verano de 1.966 en un pequeño pueblo del levante almeriense. Fue un muy buen amigo historiador francés llamado Jean Claude, que conocía Carboneras desde hacía varios años quien lo invitó. Sin haberse tomado vacaciones en muchos años aceptó la invitación y aterrizó junto a su familia en este municipio para disfrutar de un mes de descanso. Así comenzó su vinculación con Carboneras, a la que ha sido fiel cada verano.

De la persona que hablamos es del artista Julio Le Parc, pintor y escultor argentino de ascendencia francesa, que se encuentra entre los grandes nombres del arte contemporáneo del siglo XX. Un gran maestro que cuenta con una extensa obra realizada a lo largo de una carrera que comenzó en los años 60 y que hoy en día continúa, pues este artista sigue produciendo nuevas obras a sus 88 años.

"Llegué a Carboneras por casualidad. Estando aquí me ofrecieron la oportunidad de comprar un terreno y construirme una pequeña casa. Me hicieron los planos en un pequeño trozo de papel y así comenzó mi vinculación con Carboneras y que sigue por más de 50 años", ha rememorado el artista, que ha recordado: "La gente, en general, era muy amable con los forasteros como nos llamaban en aquella época. Eran muy serviciales y con las puertas siempre abiertas".

Le Parc ha abierto a Diario de Almería las puertas de su casa para dar a conocer que más pronto que tarde una de sus obras podrá contemplarse en Carboneras. El escultor ha decidido donar una escultura al pueblo, que sin saber que se codeaba con todo un maestro del arte mundial, le abrió los brazos.

"Es mi pequeño tributo a esta localidad, donde llevo disfrutando de su tranquilidad, su mar y su belleza desde hace más de 50 años. Mis últimas obras quiero que estén en espacios públicos y sean apreciadas por el mayor número de gente posible. Para mí familia y para mí será un gran orgullo".

Julio Le parc ha explicado que la idea de donar una obra escultórica es una idea que lleva modelando desde hace años. Ha explicado: "Ya en su día, hubo un proyecto donde diferentes artistas que recalamos en Carboneras, algunos de ellos de gran prestigio internacional haríamos la donación de una escultura que se instalarían en diferentes espacios públicos del municipio. Se creó una comisión que visitó diferentes puntos del municipio y cada uno escogió un lugar".

Sin embargo, al final el proyecto no fue respaldado y quedó en eso. En solo un proyecto, según ha asegurado el escultor, que ha añadido. "Eso hubiera sido el inicio de un proyecto cultural interesantísimo. Toda Carboneras sería un museo al aire libre, donde la vez que se pasea se disfrutaría del arte".

Ahora aquella idea se hará por fin realizada y para ello cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, en particular, del alcalde Salvador Hernández. Julio Le Parc ha indicado que "hace un par de años, debido al interés del actual alcalde, he vuelto a poner este proyecto en marcha", ya que "Carboneras es un pueblo al que le tengo mucho cariño y es mi forma de rendirle tributo", ha aseverado.

La idea principal de la futura escultura "está bastante avanzada". "Estoy seguro que estará a la altura de lo que el pueblo de Carboneras se merece". Le Parc ha afirmado que "será una obra llena de luz, movimiento y elegancia", puesto que "Carboneras es un pueblo luminoso y deslumbrante. Así será la escultura. Sus medidas también serán importantes. Será una monumental escultura".

Lo que aún se desconoce es el emplazamiento que se elegirá para la colocación de la obra de Le Parc. Es un asunto en el que trabaja en estos momentos su equipo y el personal técnico designado por el ayuntamiento.

"Estamos trabajando en la posible localización, materiales, dimensiones, iluminación. Mi deseo es que el próximo verano cuando vuelva a Carboneras forme parte del paisaje", ha asegurado este artista fiel a Carboneras pues en este pueblo desde que llegó se ha sentido en el "paraíso terrenal". Porque a su juicio aunque Carboneras ha cambiado "una barbaridad" y hoy es un municipio moderno, con los mismos servicios que puedo disfrutar en París, donde reside el resto del año, aquí "se respira más tranquilidad y sosiego y ofrece una luz y un azul del mar que deslumbra".