El Ayuntamiento de La Mojonera mantiene desde hace años un compromiso firme para tener un municipio limpio y con un entorno cuidado a través de actuaciones de limpieza y control de vertidos no autorizados en solares municipales y montes públicos.

Pero hay veces que el incivismo supera todas esas barreras y puede llegar a provocar serios problemas. El último tuvo lugar hace unas semanas cuando se producía un incendio de los residuos que se acumulan en la Rambla de Carcauz como consecuencia de la nula conciencia cívica de algunos vecinos. La rápida actuación de una patrulla de la Policía Local, que se encontraba recorriendo la zona, permitió alertar a tiempo tanto a Guardia Civil como al Consorcio de Bomberos, que finalmente consiguieron apagar el fuego antes de que se extendiera afectando a invernaderos cercanos. Por tanto, no hubo que lamentar daños materiales ni personales.

Desde el Ayuntamiento se recuerda a través de una publicación en su perfil de la red social Facebook que se han trasladado en “numerosas ocasiones a la Junta de Andalucía, que es la Administración competente, nuestra preocupación por la situación de este espacio”. “Hemos pedido varias veces su limpieza y mayor vigilancia para evitar que la acumulación de residuos llegue a causar problemas como este incendio”, explican.

De momento, desde la Junta no se ha llevado a cabo la limpieza de este punto negro que se ha convertido en todo un quebradero de cabeza debido que en los últimos años no ha parado de acumular residuos. Una situación que no es nueva en la comarca del Poniente que cuenta con numerosos puntos en los que se depositan de manera ilegal desechos agrícolas y basura de todo tipo.

Independientemente de ello, desde el Ayuntamiento también vuelven a insistir en la necesidad de “la colaboración ciudadana, que de haber existido, no se habría dado lugar a este incendio, que ha podido extenderse con rapidez a invernaderos con las consiguientes pérdidas económicas y el riesgo de daños personales”, concluyen.

Un llamamiento para acabar con el particular 'territorio comanche' de la localidad que ha pasado de ser un entorno natural a todo un vertedero descontrolado.