Hace algunas décadas, el hotel El Moresco era un lugar idílico, al que llegaban miles de viajeros de todo el mundo atraídos por los encantos de esa Mojácar de casitas blancas, calles estrechas y empinadas. El pueblo que dejaba atrás un pasado ‘hippie’ para convertirse en icono del turismo de sol y playa almeriense. El Moresco era (y es) el único hotel de envergadura en todo el casco urbano.

Sin embargo, en las postrimerías de la segunda década del siglo XXI, el hotel es solo un colosal edificio abandonado viendo el tiempo pasar asomado a la ladera de La Puntica. Lleva más de una década cerrado, sin recibir turistas.

El 10 de septiembre el hotel salió a subasta judicial pública con un valor de 8.622.500 euros. El pasado lunes, veinte días después, a las 18:00 horas CET (las siete en Almería) concluía la subasta sin que se haya recibido ninguna puja. Y es que nadie quiere El Moresco.

La subasta incluía en un mismo lote tres fincas. La primera de ellas, el propio hotel. Ubicado en el lugar conocido por La Glorieta y la ladera de La Puntica, el edificio se compone de planta baja, más otras diez plantas, con una entreplanta entre las plantas octava y novena. El solar sobre el que se alza, que afecta a la forma de un polígono irregular, cuenta con una superficie de 3.750 metros cuadrados, estando toda ella ocupada por el edificio, zona de aparcamiento, zona ajardinada y zona libre.

La segunda finca es una porción de terreno anexo al hotel, de 3.000 metros cuadrados. La tercera, un solar edificable con una superficie de 1.435 m2.

Un complejo de turismo y ocio

El recuerdo de este hotel de tres estrellas aún perdura incluso en las principales páginas web de reservas hoteleras. Hace más de diez años ‘se vendía’ como un hotel “en el pintoresco pueblo de Mojácar y a unos minutos de la playa”.

En sus nueve plantas se distribuían 294 habitaciones equipadas con baño, TV, teléfono y caja fuerte. Además, presumía de que las estancias tienen terrazas con vistas panorámicas de la ciudad.

El hotel contaba con sala de reuniones, salón de juegos, sala de TV, piscina al aire libre, en la terraza, con tumbonas y sombrillas. También tenía un restaurante (tipo buffet), en el que ofrecía platos típicos levantinos. Y por si fuera poco, durante el verano abría una terraza, un bar-cafetería y disco-pub.

A todo ello hay que sumar “una mesa de billar, en la cual pasarás ratos entretenidos con amigos o en familia”, según rezaba el anuncio del hotel. En recepción ofrecía servicio de cambio de divisa, lavandería e información turística.

Piscina del hotel El Moresco, ubicada en su terraza.

Su privilegiada ubicación en pleno casco urbano de Mojácar era otro de los puntos fuertes que se publicitaban. “El establecimiento cuenta con amplios servicios a su alrededor con zonas comerciales en las inmediaciones, donde podrás disfrutar de locales de ocio (tiendas, cafeterías, bares y restaurantes)”, puede leerse aún en el anuncio de El Moresco.

En definitiva, El Moresco era un complejo turístico y de ocio único, que dotaba a Mojácar pueblo de una oferta hotelera de la que adolece desde su cierre.

Aunque ahora hay pequeños hostales con encanto esparcidos por el casco histórico, para el PSOE de Mojácar el cierre de El Moresco “ha sido una estocada para la dinamización del casco antiguo de nuestro pueblo”. Por ello, la pasada semana en Pleno presentaron una moción para que fuera el Ayuntamiento quien pujase por el inmueble. “Sería una actuación para velar por el interés general del municipio, pues nos aseguraríamos que se abriera explotándolo o arrendándolo a un precio que asegure la apertura todo el año para aquella cadena hotelera que lo alquile. La explotación municipal podría llevarse a cabo mediante la creación de un Hotel Escuela de Hostelería en consonancia con otras administraciones a la que podría añadirse la gestión público privada mediante el acuerdo con alguna cadena hotelera”, solicitaban.

No obstante, la moción no prosperó, ante la imposibilidad del Consistorio de hacer frente al depósito (431.125 euros) y a la propia adquisición del hotel, que supondría un enorme desembolso, y más teniendo en cuenta las condiciones actuales de la estructura.

En definitiva, el hotel El Moresco ha vivido tiempos mejores. Ya no a quien lo quiera.