Provincia

Olula del Río se entrega a sus tradiciones

  • Los 'cebolleros', su gentilicio, rinden culto a San Sebastián y San Ildefonso, y al pan y fuego, elementos que los recuerdan

Las fiestas de San Sebastián y San Ildefonso, de roscos y carretillas, que se suceden entre si, son las fechas festivas más esperadas por todos los ‘cebolleros’, gentilicio por el que son conocidos los vecinos de Olula del Río. Una y otra unen tradición y fervor popular.

San Sebastián es patrón de Olula desde 1.568, cuando Juan de Austria, durante la guerra que mantuvo con los moriscos en su sublevación y siendo gran devoto de este santo, lo instauro como patrón y entregó el pueblo a su protección. La devoción a San Ildefonso comienza a partir de 1.666.

La tradición de arrojar pan a este Santo presenta varias teorías. Una asegura que se debe a las promesas de agradecimiento por las cosechas. Otra apunta a los terratenientes del pueblo quienes arrojaban los roscos para que los habitantes del pueblo pudieran comer esos días, ya que una de las características de dichos roscos es que se pueden comer aunque pase mucho tiempo por la composición de su masa.

El municipio ha convertido en sus señas de identidad populares la pólvora de las carrretillas. Ambas representaciones sagradas se han mantenido en el tiempo por el fervor y devoción de sus vecinos y han pasado a ser sus fiestas principales, y motivo de encuentro y reencuentro de amigos y familiares. Lo dice Ramón Jesús Garcia Fenoy, presidente de la Peña San Sebastián y San Ildefonso que se encarga de organizar los festejos en estrecha colaboración con el ayuntamiento.

“ Estos días son un encuentro cultural entre las tradiciones centenarias de nuestros antepasados y la realidad cultural de hoy de nuestro pueblo. Los roscos, carretillas y la creatividad y que emana de sus gentes han convertido a nuestro pueblo en Centro Cultual de la Comarca. Estas fiestas de pan y fuego son una extraordinaria ocasión para el reencuentro de vecinos con familiares que tuvieron que desplazarse a otros lugares para desempeñar sus tareas profesionales, sin olvidar a amigos de otros emplazamientos que vienen a compartir estas maravillosas fiestas con nosotros” valora.

La mañana de este sábado se inició aún con la resaca de fuego de la noche y madrugada anteriores, cuando se celebró la gran noche de las carretillas, una fiesta declarada de interés turístico nacional. Primero fueron los carretilleros infantiles quienes salieron a escena. La organización les entregó a cada niño, que fuera correctamente vestido y protegido, una docena de carretillas.

Más tarde llegó el momento pa4ra los mayores. La fiesta de la pólvora se inició tras el último toque de campanas, con la tirada de cohetes de gran potencia y tracas sonoras en los barrios más representativos de Olula. Y a partir de las 22:00 horas se abrió la ‘veda’ durante seis horas (hasta las 04:00), para que los carretilleros dieran rienda suelta a su afición por el itinerario habitual de cada año. Mil metros de espectaculares tracas anunciaron el recorrido y fueron detonadas durante la noche, que acabó con una gran traca final, formada por 400 docenas de carretillas.

La imagen de San Sebastián es la gran protagonista de la mañana de este sábado, con la celebración de la procesión entre la iglesia ‘vieja’, de San Sebastián, y la ‘nueva’, de la Asunción. El cortejo lo inició la imagen de San Ildefonso, y a continuación la de San Sebastián, decoradas ambas con roscos de gran tamaño. El desfile procesional dará paso a la solemne misa en la iglesia de la Asunción, mientras que el Parque de San Pablo acogerá la Feria de Mediodía, con atracciones para los más pequeños y la actuación de Djavú. Los festejos continuarán el lunes, día de carretillas de San Ildefonso y finalizarán el martes, día de roscos, con el mismo ritual y actividades.

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