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Paqui Tapia: “Los vecinos se han volcado en la misa y en las procesiones”

  • Los roscos y carretillas son un ‘virus” que se inocula y hereda. Paqui Tapia los vivió ayer por primera vez como concejal de Cultura y  Festejos del Ayuntamiento de Olula del Río.

Paqui Tapia: “Los vecinos se han volcado en la misa y en las procesiones”

Paqui Tapia: “Los vecinos se han volcado en la misa y en las procesiones” / Diario de Almeria

Francisca María Tapia Mena -Paqui Tapia como le gustan que la llamen- ha iniciado su tercera legislatura en la Corporación de Olula del Río, por el Partido Popular. Antonio Martínez Pascual, el alcalde, le confió la responsabilidad del Área de Salud, Comercio y Consumo en la dos anteriores y ha apostado por su capacidad de gestión y experiencia y le ha situado al frente de la cartera de Cultura y Festejos, que se ha desgajado en dos áreas con respecto al cuatrienio anterior. “Es más complicada” reconoce a Diario de Almería.

–¿Cómo lleva el cambio de concejalía?

–Es un trabajo completamente diferente. Tiene más trabajo de calle y contacto con los vecinos. Y también es un área de una mayor envergadura porque también interviene la seguridad de los actos y personas. Pero de nuevas nuevas, no llego porque me avalan dos legislaturas.

–¿Cuál es el dispositivo de seguridad para la jornada de hoy?

–Se refuerzan durante todo el día los servicios de la Policía Local y de Protección Civil de Diputación. Contamos con el servicio de una ambulancia con tres personas, médico, ATS y el técnico de este soporte básico avanzado, y con los Bomberos de Turre. Además, contamos con la colaboración de la Peña de San Sebastián. En total, estamos hablando de un operativo de entre 15 y 20 personas.

–¿Cómo puede afectar a la asistencia de público el hecho de la de hoy sea una jornada laborable y no festiva?

–Sin duda que resta afluencia. Pero los vecinos de Olula del Ríos se vuelcan tanto en la Misa como en la Procesión. Hoy no es fiesta local. El número de censado al 1 de enero de 2019 fue de 6.210 personas, pero ocurre que con la presencia de otras personas no censadas, como son los casos de trabajadores de la empresa Cosentino o profesores del Instituto, estamos dando servicios a 10.000 personas.

–¿Es un agente económico el desarrollo de estos festejos?

–Se puede decir que si. Sobre todo lo son para las panaderías- media docena- y carnicerías, por la costumbre de comer carne asada a la lumbre. Los bares y la hostelería, en general lo notan y de forma positiva. Me consta que hay restaurantes que han cerrado todas sus reservas para el día de hoy.

–¿Cuántos roscos se lanzaron durante el día de ayer?

–En la edición del año pasado, sólo desde la balconada del Ayuntamiento se tiraron 3.000 roscos en San Sebastián y otros 3.000 más en San Ildefonso, además de 100 roscas grandes. Y ayer, el número no fue  inferior. Además, desde hace tres años, se lanzan roscos sin gluten para celiacos. Las panaderías del pueblo aumentan su facturación por estas días y son las que sirven los roscos. Los ‘cebolleros’ -gentilicio popular de los vecinos de Olula del Río- son muy devotos de sus patrones y en muchas casos, las roscos/as forman parte de una petición o promesas debido a problemas de salud.

–¿Le paran mucho por la calle?

–Pertenezco a una familia muy conocida en el pueblo y mucha gente me para preguntarme por las actividades que hemos programado desde el Área Municipal de Cultura y Festejos que desempeño desde esta legislatura,

–¿Y ha advertido algún tipo de debate social entre los vecinos sobre el programa de fiestas?

–No he advertido ninguna controversia. Habrá a quienes les gusten más y a otros menos algunas actividades. Son cosa de gustos personales.

–¿Cuál ha sido su relación con esta fiestas patronales antes de tener responsabilidades públicas como concejal del Ayuntamiento de Olula del Río?

–En mi casa, desde siempre, se han vivido con mucha intensidad estos festejos. Mis padres nos nos han inculcado esta afición por los roscos y carretillaa mis hermanos y a mi desde pequeños. He tirado roscos y carretillas en la Calle Lepanto, la que popularmente es conocida como la del “Chaparro”, cerca de mi casa. Cuando tenía entre 17 y 20 años, estando en la Universidad, salíamos con mi cuadrilla de amigos , y mi marido ya era mi novio, y recuerdo que al final del recorrido, comíamos carne asada a la lumbre.

–¿Las de roscos y carretillas son unas fiestas populares, cuya afición se hereda y transmite de padres a hijos?

–En mi casa es así y también en el de muchas familiar de Olla. Tengo dos hijas y salen en San Sebastián por la Calle Lepanto. A la pequeña, le dan miedo las carretillas.

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