Valle del Almanzora

Partaloa y Arboleas: españoles en ‘peligro de extinción’

  • Ambos pueblos ocupan el segundo y el cuarto lugar a nivel nacional en porcentaje de población extranjera con más de 2 de cada 3 vecinos censados y un 69% y un 66,7% respectivamente

Partaloa y Arboleas: españoles en ‘peligro de extinción’

Partaloa y Arboleas: españoles en ‘peligro de extinción’ / Javier Alonso

El asentamiento de la población extranjera se ha convertido en muchos municipios en la principal herramienta para combatir la sangría migratoria que sufren, sobre todo, los ubicados en el interior de la provincia. Los dos casos más representativos los encontramos en Partaloa y Arboleas, pueblos enclavados en el Valle del Almanzora, y que se han convertido en el segundo y el cuarto a nivel nacional, respectivamente, en porcentaje de población extranjera en sus censos. Concretamente en Partaloa un 69% de los vecinos no son españoles y en Arboleas el porcentaje alcanza el 66,7%. Utilizando la matemática más esencial, dos de cada tres vecinos en estos municipios son extranjeros. Unos datos que se desprenden del informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Padrón Municipal, que arrojan un aumento del 0,65 por ciento en la población española a fecha 1 de enero de 2019.

Una lista liderada, en todo caso, por Torre del Burgo (Guadalajara) que es el pueblo español con la tasa más elevada de extranjeros: un 9,3 por ciento de las personas empadronadas en este pueblo son españolas, frente a un 90,7 por ciento que proceden de otros países, la mayoría (el 84,6%) de Bulgaria. En tercera posición entre Partaloa y Arboleas se encuentra Rojales (Alicante), con un 68,7%.

Grupo de británicos viendo un partido de rugby en Arboleas. Grupo de británicos viendo un partido de rugby en Arboleas.

Grupo de británicos viendo un partido de rugby en Arboleas. / Javier Alonso

Unas cifras que denotan la importante afluencia de vecinos extranjeros, la inmensa mayoría europeos, que están soportando estas dos poblaciones y que dibujan una importante mescolanza social que se ha convertido en todo un desafió de gestión para sus dos equipos de gobierno.

Es uno de los retos más importantes al que nos estamos enfrentando como administración pública desde hace unos años. Los españoles somos minoría”, explica el alcalde de Arboleas, Cristóbal García, que añade que “el porcentaje más grande de extranjeros lo copan los británicos” por lo que le ha llevado a contar en su equipo de gobierno con dos ediles de esta nacionalidad “que se encargan de la concejalía de Atención Ciudadana y Traducciones”.

En Arboleas hay censados 4.596 vecinos y un total de 45 nacionalidades. Los más numerosos, por este orden, son británicos, belgas, franceses, alemanes, holandeses, ecuatorianos, rumanos y chinos. “El inglés se ha convertido en la segunda lengua oficial del municipio”, afirma el regidor.

No en vano, los agentes de la Policía Local hablan perfectamente la lengua de Shakespeare y los bandos que emite el consistorio se traducen también al inglés. “Trabajamos por la integración de todos los vecinos sean de dónde sean, hay que evitar cualquier tipo de brote xenófobo, algo muy habitual en municipios con tantas nacionalidades. Ellos se sienten arboleanos y compartimos el pueblo”, señala García.

Muy lejos, en cualquier caso, de poblaciones del Poniente como El Ejido, Vícar o Roquetas de Mar donde conviven personas de 70 e incluso 80 nacionalidades, pero eso sí, no con estos porcentajes que son 2 de cada 3 vecinos.

En la misma línea opina Antonio Peñuela, el regidor de Partaloa, el segundo municipio con mayor número de vecinos extranjeros de España. Allí conviven en la actualidad 1.055 vecinos “de los que alrededor de 750 son ciudadanos europeos”, señala. “Hemos tenido que realizar una metamorfosis e integrarnos a la nueva realidad social. Ahora mismo tenemos en el equipo de gobierno dos concejales holandesas y una británica”, desvela.

Los bares y restaurantes conjugan en su cartelería el inglés y el castellano. Los bares y restaurantes conjugan en su cartelería el inglés y el castellano.

Los bares y restaurantes conjugan en su cartelería el inglés y el castellano. / Javier Alonso

Una transformación que también es palpable en las calles con letreros e indicativos en español y en inglés que evidencian que este fenómeno tiene un recorrido inexorable que está provocando que ambos ayuntamientos tengan que hacer esfuerzos titánicos para cumplir con las necesidades de unos vecinos cuya cultura y forma de entender la vida difiere en muchos casos con la población autóctona.

El regidor de Arboleas señala en esta línea que “son más exigentes con el tema del civismo por ejemplo, pero estamos intentando alcanzarlos a marchas forzadas. Es algo que interpretamos como algo positivo ya que nos ayuda a mejorar y a ser mejor municipio”.

Aunque no tienen un perfil definido, suelen ser personas ya de avanzada edad, sobre todo jubilados, que vienen a vivir su retiro en parajes rurales con una buena climatología y que han encontrado en estas y otras localidades del Almanzora y el Levante su Edén particular.

Una situación que ha revolucionado también el fenómeno inmobiliario al generarse un gran número de compras y ventas de casas. “Hay mucho movimiento de compraventa. Se van unos y vienen otros”, explica Cristóbal García que presume de los datos demográficos: “El año pasado crecimos unos diez habitantes. Ya somos 4.596 censados”.

Y no es para menos, porque muchos otros municipios limítrofes viven el drama de la despoblación y Arboleas y Partaloa se mantienen e incluso crecen en número de vecinos gracias al importante flujo de ciudadanos europeos que los eligen como primera residencia.

Un fenómeno migratorio que también tiene incidencia en lo concerniente a las bodas y nacimientos. Cada vez son más comunes los casamientos entre españoles e ingleses (la población extranjera más numerosa) lo que genera raíces más fuertes que fijan así la población.

La llegada de tantos extranjeros ha revolucionado el mercado inmobiliario. La llegada de tantos extranjeros ha revolucionado el mercado inmobiliario.

La llegada de tantos extranjeros ha revolucionado el mercado inmobiliario. / Javier Alonso

Y la barrera idiomática tampoco es un problema. Ambos regidores señalan que la gran mayoría de sus vecinos europeos se esfuerzan por hablar español y para los que les cuesta, en el caso de Arboleas, “hay una profesora hispana de EE.UU que da clases de español para extranjeros. Hay más de 140 inscritos. Ellos pagan una parte de la matrícula y el resto el Ayuntamiento a través de una ayuda de 1.500 euros que nos concede el Gobierno Central”, explica García.

Comercios y bares también se han visto obligados a subirse al carro de la europeización y en todos ellos el inglés acompaña al castellano en cartelería, cartas, menús e indicaciones.

Ambos regidores también coinciden en que cuentan con personal específico para dedicarse a sus incidencias y gestiones así como en temas de asesoramiento jurídico, técnico y social. “Son gente, en general, muy respetuosa y educada que quieren lo mejor para el pueblo”, concluye Peñuela.

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