Fiñana

Rafael Montes: "Si tengo que vender el ayuntamiento de Fiñana para frenar el COVID, lo haré"

  • El regidor se sincera y afirma que la pandemia le ha hecho llorar y pasar “noches sin dormir”

  • Insiste en que es “el tiempo de las personas y trabajar juntos”

  • Pide apoyar a Susana Díaz y rechaza primarias en el PSOE andaluz

Rafael Montes, alcalde de Fiñana.

Rafael Montes, alcalde de Fiñana.

Rafael Montes (Ronda, 1968) es titulado en la categoría de Capataz Agrícola Forestal por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y actual alcalde del Ayuntamiento de Fiñana. Fue concejal desde 2007 hasta el año 2012 y en la actualidad es también presidente de la Mancomunidad Río Nacimiento y miembro del Consejo de Participación del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada desde 2015.

Casado y padre está viviendo actualmente un proceso de transformación física para perder peso y mejorar su estado de salud que no le ha cambiado un ápice su sentido del humor y su positivismo. Tras más de un año desde el inicio de la pandemia, realiza un balance político, social y humano de lo que ha supuesto para Fiñana.

–¿En qué proyectos está trabajando ahora el Ayuntamiento en esta época de pandemia?

–Ahora mismo no tenemos muchos proyectos. Se nos quedaron paralizados varios proyectos al comienzo de la misma como fue abrir el Centro de Interpretación del Medio Natural y el Museo de la recreación histórica de los Reyes Católicos. Son dos edificios distintos y que se quedaron ahí parados. Nos quedan unos cuantos retoques para poder abrirlos al público y contar con un nuevo atractivo turístico. Nos ha pasado con todas las obras que teníamos pensadas desde el año pasado ya que no es el momento ni había la necesidad de gastar sin saber lo que nos iba a venir con esta crisis sanitaria.

–Ha imperado la prudencia en la gestión inversora.

–Teníamos muy claro que hay que ayudar a la gente y no estar pensando en grandes proyectos. Ahora es el momento que los ayuntamientos estén con la gente. Todo vecino que necesita alguna ayuda se la estamos articulando. El miedo que tenemos desde mi equipo de gobierno es lo que nos pueda venir económica bastante fuerte. No estamos pensando en hacer grandes inversiones si no que estamos conservando todos los fondos y buscando fórmulas para ayudar a los comercios, a las empresas y a la gente y por eso tenemos que estar preparados para la que nos va a caer encima.

–¿Está siendo difícil para un ayuntamiento como el de Fiñana gestionar esta situación?

–Aquí ha habido momentos de todo. Empezamos con una sensación de que esto no iba a llegar aquí hasta que el pueblo se nos disparó en casos. En mi caso particular, he vivido muchos altibajos. He estado noches muy largas sin dormir pensando qué se me escapaba para darle la vuelta a la situación aunque muchas cosas no estaban en mi mano porque desde un ayuntamiento con un Estado de Alarma solo nos podíamos ofrecer y aún haciéndolo muchas veces no se ha contado con nosotros. También he tenido noches de llanto, de impotencia, en los que me he derrumbado. Y lo hacía donde no debía, en la casa de uno, pero cuando tienes tantos problemas acumulados terminas explotando.

Rafael Montes en su despacho de Alcaldía. Rafael Montes en su despacho de Alcaldía.

Rafael Montes en su despacho de Alcaldía.

–Un pueblo pequeño ayuda a llegar a estas situaciones.

–Esa sensación que yo he tenido la ha tenido todo el mundo. No sabíamos a qué nos enfrentamos y cómo hacerlo y que por muchas precauciones que tomemos estos no son balones que vemos venir. Y en ese sentido, creo que no debemos buscar culpables. Hay que ayudar a todo el que tiene el coronavirus y ayudarle a pasarlo lo mejor posible y sin secuelas y no ver ni de dónde ni cómo lo ha contraído. Es el momento de ayudarnos los unos a los otros.

–Tras un año de pandemia y habiendo vivido tantas experiencias, ahora conoce mejor a sus vecinos.

–Las ventajas de los pueblos es que todos nos conocemos. La gente aquí se ha volcado pero en los momentos más críticos cuando se han disparado los casos tenía la sensación de que algunos buscaban a culpables. Recuerdo que en un momento concreto llegamos a estar en 77 casos y parecía que la gente solo buscaba culpables y solo había pandemia en Fiñana cuando no es así. Es el momento de las personas y de trabajar juntos.

–¿Cómo está actualmente la situación en Fiñana?

–Si miramos las estadísticas ahora mismo no tenemos ningún caso. A 14 días no se ha producido ningún nuevo contagio, pero sí que tenemos ahora mismo a un paisano que está ingresado en UCI al que le deseo todo lo mejor y una pronta recuperación.

–Habla de ir todos a una. ¿Aplica también esa máxima para acabar con los problemas energéticos que padece la comarca del Río Nacimiento?

–En Fiñana tenemos dos problemas históricos: la luz y el agua. Si tanto me preocupa uno más me preocupa el otro porque son dos servicios totalmente imprescindibles. Cada vez que nos reunimos todos los alcaldes es un tema recurrente. Nuestra comarca no podrá salir hacia adelante por muchos polígonos y buenas comunicaciones con la autovía si no le podemos suministrar estos servicios básicos, ninguna empresa no se puede instalar. Tenemos el ejemplo del polígono industrial de Gérgal, totalmente construido, y que no le llega energía eléctrica. Yo desistí de ese proyecto por lo mismo.Y en el caso del agua, no tenemos problemas en la cantidad si no en la capacidad de retenerla y dosificarla al no tener embalses. No tenemos queja con la lluvia pero no podemos almacenar el agua. Lo primero es garantizar el consumo y después el regadío en el que todavía, en muchos puntos, se realiza a manta y creo que debemos apostar por el riego por goteo. En ese sentido, en Nacimiento están siendo pioneros en su implantación.

"Cuando llegamos a tener 77 casos parecía que la gente solo buscaba culpables y solo había pandemia aquí"

–Problemas que conllevan que el fenómeno de la despoblación se recrudezca.

–Es un gran problema. Fíjate que se han creado ministerios, consejerías y agencias para atajarlo pero qué bonito queda en el papel. Yo quiero ver acciones reales. La gente no quiere irse de su pueblo porque es donde han nacido y tienen sus raíces pero se van porque no tienen dónde trabajar. Las nuevas generaciones lo tienen complicado porque en cada pueblo no podemos tener una gran superficie comercial, una gran fábrica de coches, una fábrica de mármoles…

–¿Se palpa en Fiñana esa sensación de calles vacías?

–Yo no he hecho los números, pero si me paseo por las calles, el 40% de las casas están vacías. Aquí llegamos a tener más de 5.000 habitantes y ahora estamos por debajo de los 2.000. Aquí hay muchas casas vacías que cuesta mantenerlas y no se cuidan. Por eso, desde todas las administraciones deberían ayudar de verdad a los vecinos para frenar este problema y no sean de concurrencia competitiva. Esas casas pueden ser segundas viviendas para que la gente vuelva a sus pueblos y que generarían empleo solo con su mantenimiento y rehabilitación. Se generaría una economía circular porque eso daría vida al panadero y al carnicero. Pero la realidad, por desgracia, es otra.

–Hablando de ayudas directas, hace un par de semanas, la secretaria general del PSOE Susana Díaz estuvo en su municipio y se habló de que se dotase a los ayuntamientos de fondos para combatir el COVID-19.

–En los ayuntamientos estamos asumiendo competencias que no nos corresponden. Solo con la limpieza del colegio hemos tenido que contratar a una persona, por ejemplo. A Susana le elevamos diferentes problemas no solo de Fiñana si no de la comarca como es la residencia de Las Tres Villas para que se pueda abrir al estar ya acabada o la ordenación de los montes dentro del término municipal de Abrucena, etc. En nuestro caso, las ayudas COVID tienen que llegar. No digo que sean más cuantiosas pero sí más rápidas porque no podemos estar soportando esta presión económica aunque y lo tengo claro y lo reitero, si tengo que poner a la venta al Ayuntamiento para ayudar y hacer frente a cualquier situación sobrevenida por el COVID, lo pienso vender. No creo que me meta ningún juez en la cárcel por ayudar a los vecinos. Es el tiempo de las personas y no me vale que ponderen la economía antes que la salud de mis vecinos.

"Si me paseo por las calles, el 40% de las casas están vacías. Llegamos a ser 5.000 vecinos y ahora somos menos de 2.000"

-En esa reunión con Díaz, también se habló de las diferentes voces que hay en el partido por las primarias y la renovación de los cargos.

Me alegra que me pregunte por eso. Susana vino a ver qué necesitábamos y en ese momento no se habló de este tema. Yo que estoy en la ejecutiva regional y tengo que regañarles a mis propios compañeros y a mi partido porque no es el momento de repartir sillones o hablar de personas válidas o no. Hay que recordar que Susana Díaz ganó unas elecciones autonómicas que parece que a muchos compañeros se les ha olvidado. Tenemos que trabajar por las personas y dejarnos de personalismos. A mí cuando me hablan de sanchismo o susanismo me niego. Ante todo, somos socialistas y tenemos que trabajar por la ciudadanía. Y el que no lo entienda así tiene que recoger las maletas e irse. Los que tengan ansias de poder y de sillones solo dan un espectáculo paupérrimo. Si gastasen sus fuerzas y energías en arrimar el hombro a lo mejor tendríamos otras políticas en Andalucía que está siendo dirigida por un trifachito que es lo que tenemos ahora mismo.

-Díaz reiteró el otro día que las primarias tienen que llevarse a cabo cuando haya elecciones.

Estoy totalmente de acuerdo. Ahora no toca ningún tipo de elecciones en ninguna comunidad. Los políticos estamos dando un espectáculo bochornoso pidiendo prudencia a la ciudadanía y pidiendo elecciones. Cuando llegue el momento, que se presenten quien lo considere oportuno. Es más, hasta puedo presentarme yo que para eso lo contemplan los estatutos: un militante, un voto y a las primarias puede comparecer cualquiera. Ahora no es el momento de estar en esa guerra y sí de apoyar a nuestra secretaria general.

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