Turismo
  • El pequeño pueblo granadino, a 150 kms de Almería capital, es el destino preferido en los últimos meses

  • Por las redes sociales circulan memes con frases como "Soy de ese 1% de almerienses que no han estado en Soportújar"

Soportújar: el pueblo de las brujas que está de moda entre los almerienses

Fuente de las brujas en la plaza del pueblo. Fuente de las brujas en la plaza del pueblo.

Fuente de las brujas en la plaza del pueblo. / J. J. Medina

Soportújar está de moda. Este pequeño pueblo de 268 habitantes escondido entre las montañas de la Alpujarra granadina se ha convertido en el destino preferido de miles de almerienses en los últimos meses. No faltan ya incluso los memes en las redes sociales con frases como “Soy de ese 1% de almerienses que aún no ha estado en Soportújar”.

Y es que precisamente eso, el poder de Facebook e Instagram, ha sido determinante para que las fotos de la bruja Baba Yaga, su casa con patas de gallina o la fuente del caldero en el que unas hechiceras elaboran sus pociones llamen la atención de quienes nunca antes habían oído hablar de Soportújar.

Veratenses se fotografían con la bruja Baba Yaga antes de la llegada de la pandemia. Veratenses se fotografían con la bruja Baba Yaga antes de la llegada de la pandemia.

Veratenses se fotografían con la bruja Baba Yaga antes de la llegada de la pandemia. / Diario de Almería

La crisis del coronavirus y el auge del turismo rural han tenido también mucho que ver en su éxito, pero sobre todo sus encantos y la magia que se esconde en cada una de sus plazas, calles estrechas, casitas blancas, soportales y fuentes de agua fresca. De hecho, el 'boom' del turismo en este pequeño pueblo comenzó hace un par de años, según fuentes municipales, aunque en los últimos meses ha aumentado.

“Cada fin de semana vienen unos 5.000 visitantes, y quizás me quede corto”, cuenta Manuel Romero, alcalde de Soportújar. La mayoría son almerienses, malagueños y jiennenses.

Soportales o tinaos de Soportújar. Soportales o tinaos de Soportújar.

Soportales o tinaos de Soportújar. / Gaspar López

Soportújar dista apenas 150 kilómetros de Almería capital. Algo más de una hora y media de camino por la A-7 hasta Motril, para coger luego la A-44 y después desviarse hasta Órgiva. Ascendiendo la montaña curva a curva se llega hasta la Cueva del Ojo de Bruja, la primera parada obligatoria en este viaje. Debe su nombre a que “desde ahí se puede ver todo el entorno, incluso el mar”, explica el alcalde.

A través de una reja se puede observar una cueva decorada con todo lujo de detalles en la que, según cuentan, se reunían las brujas para sus aquelarres. Una de las leyendas dice que la grieta que hay al fondo de la cueva comunica con otros mundos. Por ahí entraban y salían las ánimas y era un pasadizo para llegar al purgatorio. Junto a la cueva está el puente encantado.

A unos 500 metros está la entrada al pueblo y uno de los puntos más fotografiados: la cabeza gigante de la bruja a Baba Yaga. Su cara llena de arrugas, sus largos cabellos blancos, su boca desdentada, su nariz larga con una verruga y sus ojos blanquecinos dan la bienvenida al visitante y le recuerda que, efectivamente, Soportújar es una tierra de magia.

Casa de la bruja Baba Yaga. Casa de la bruja Baba Yaga.

Casa de la bruja Baba Yaga. / Diario de Almería

Los fines de semana, en hora punta aquí pueden llegar a reunirse más turistas que vecinos hay en el municipio. Eso sí, siempre con las medidas antiCOVID como el uso de mascarillas. De hecho, en Soportújar solo se han producido dos casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia, según las cifras oficiales de la Junta de Andalucía. Yes que para entrar con el coche al pueblo hay que pasar por un punto de pulverizado de líquido desinfectante y casi a cada paso por sus calles el viajero encuentra surtidores de gel hidroalcohólico.

Caminando por sus calles de típico arquitectura alpujarreña destacan los soportales o tinaos que dan nombre al pueblo. Y en cada rincón, una sorpresa: decenas de estatuas de temática mágica esperan por aquí y allá. El Ayuntamiento puso en marcha el proyecto Embrujo hace más de una década para el desarrollo económico y turístico. Sin embargo, las primeras estatuas no llegaron hasta 2013. Fueron las de la Cueva del Ojo de Bruja y la fuente de la plaza, en la que una hechicera experta y una novata preparan pociones en un caldero. Para tomarse una foto allí a veces hace falta paciencia, pues llegan a formarse colas de varias decenas de personas.

La casa con patas de gallina de Baba Yaga, el soportal de la serpiente o la Fuente del del Dragón son algunas de las esculturas que más llaman la atención de los almerienses que visitan Soportújar. En esta última todos cumplen con la tradición de beber agua de su cola, que tiene propiedades afrodisíacas.

La magia impregna cada rincón del municipio y eso hace que no solo piensen en él como un destino turístico cercano, con un paisaje espectacular y una gastronomía de primera. Hay quien ve en este pequeño pueblo el posible escenario de películas. El joven director de Macael Gaspar López ha estado recientemente buscando localizaciones para el rodaje de una película. “El ambiente que tengo idealizado es ambientarla en el norte de España pero por cuestiones de producción nos convendría algo más cercano y ahí encaja bien Soportújar y los pueblos del Barranco de Poqueira”, cuenta.

El director de cine almeriense Gaspar López bebiendo de la cola del dragón. El director de cine almeriense Gaspar López bebiendo de la cola del dragón.

El director de cine almeriense Gaspar López bebiendo de la cola del dragón. / Gaspar López

Este puente de Todos los Santos habría sido uno de los más mágicos en el pueblo. Si no fuera por la pandemia, la plaza se habría llenado de gente para disfrutar de la Noche de Brujas. Sin embargo, el confinamiento de toda la provincia de Granada ha impedido visitarla a ese 1% de almerienses que no han visitado Soportújar —según el divertido meme que ya ha llegado incluso hasta el alcalde—.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios