Las casas rurales, y sobre todo, las que cuentan con piscina, son la mayor demanda del verano. Casi imposibles de alquilar tanto en julio como en agosto, y es que durante estos meses, la ocupación en Almanzora ha sido y es casi del 100%.

De hecho, el mes de agosto está prácticamente completo de reservas. “Todos los fines de semana están cubiertos, a excepción del último”,  afirma Luis Aurelio Pérez, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Valle del Almanzora.

Cifras de ocupación que disminuirán en septiembre. Pues según declaraciones de Pérez, “las reservas para el próximo mes son muy bajas”. Aun así, asevera que “es un dato difícil de calcular”, y más ahora, cuando la mayoría de reservas se realizan a última hora. “Es de cara a octubre, cuando se estima que vuelva a subir la ocupación”, consolida Pérez.

La procedencia de los turistas es, en su mayoría, de la provincia y los alrededores. Pérez relata que lo que sucede este año, es que “vecinos de Vera o Albox, que antes veraneaban lejos, ahora pasan sus vacaciones en la comarca”.

En cuanto a las zonas más demandadas del Valle del Almanzora, los visitantes se decantan por un turismo de montaña. Siendo los lugares favoritos, la Sierrra de las Estancias y la de los Filabres. “La gente va buscando tranquilidad y naturaleza”, explica Pérez, es por eso, que “los turistas prefieren las zonas de Serón, Laroya y Oria; en lugar de las cercanas al río”.

Zona exterior de la Posada del Candil, ubicada en Serón

 Asimismo, se aprecian diferencias enormes a la hora de elegir alojamiento. Pérez comenta que “lo primero que busca la gente es una casa rural con piscina”, y si no las encuentran, es cuando se deciden por los apartamentos en un complejo. Siendo la última opción, las habitaciones de hostales y hoteles. Esto se debe principalmente, a que “la gente busca tranquilidad, y prefiere aislarse en el campo”, razona Pérez.

Piscina del Cortijo Rural El Molino, situado en el municipio de Laroya

Por otro lado, el reciente aumento de casos de covid-19 en toda la provincia, “ha dado lugar a algunas anulaciones de última hora”, confiesa Pérez. Sin embargo, “casi todas las reservas anuladas, han vuelto a ocuparse rápidamente”, y es que tal y como expresa Pérez, “hay mucha demanda”.

En definitiva, si algo ha cambiado este verano es la forma de viajar. Los almerienses han pospuesto sus vacaciones en el extranjero, optando por un turismo rural y cerca de casa. Mucho más seguro y que beneficia a las empresas y comercios de toda la provincia.