Zapadores de La Legión rinden honores a la nueva imagen de su Cristo protector

Olula del Río vivió ayer una jornada histórica de devoción al Cristo de la Buena Muerte y de hermanamiento y confraternización con La Legión con motivo del acto de bendición de la nueva talla realizada en mármol e inauguración del monolito sobre el que la misma se eleva en el mirador de su ermita. El alcalde de la localidad, Antonio Martínez Pascual y el general jefe de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII' presidieron el solemne acto que se inició con una Eucaristía concelebrada por el 'páter' de la Brileg, Francisco Ruiz; José Antonio Díaz, párroco de Olula; Juan Diego Tapia, olulense y vicario de Cúllar; y Víctor Fernández, párroco de Huércal-Overa.

Tras la celebración religiosa, el hermano mayor de la cofradía del Cristo de la Buena Muerte, Juan Torrecillas, impuso la medalla de la hermandad al general Martín Cabrero y su esposa, María Luisa Calabria. A continuación hizo su entrada en la explanada de la ermita el piquete de honores de la Brileg formado por un oficial al mando, Guión de la Bandera de Zapadores de La Legión, escuadra de gastadores y Banda de Guerra de la Brileg. También hay que destacar la presencia del coronel Antonio Cabrerizo, jefe del Regimiento de Ingenieros nº 8 de Melilla, nombrado Hijo Adoptivo de Olula en 2012, y del teniente coronel Juan José Viera, jefe de la Bandera de Zapadores de La Legión. El alcalde y el general descubrieron la talla del Cristo de la Buena Muerte situada en el mirador de la Ermita, momento que fue refrendado con aplausos y vivas al Cristo, mientras el párroco de Olula procedió a la bendición solemne de la cruz.

Martínez Pascual expresó el orgullo que supone para Olula contar con la presencia del general y el piquete de honores de la BZAPLEG. "Hoy es un día especial para Olula del Río que marcará su historia", afirmó el alcalde, que también expresó al agradecimiento a los vecinos, alcalde de Fines, cofradías y miembros de la Corporación, y reconoció el arte y el trabajo de todos los que han colaborado en la talla. En su alocución, el general Martín Cabrero expresó la impresión que le había causado ver la talla del protector oficial de La Legión Española, que ha hecho posible la hermandad entre Olula y La Legión, iniciada en la Semana Santa de 1996, donde comenzó una relación de amistad y cariño entre legionarios y olulenses. "Nos sentimos orgullosos de haber participado en la inauguración de esta ermita en 1997, de que nuestros Zapadores participen en el desfile de la cofradía del Cristo de la Buena Muerte, de que haya una avenida con el nombre de Legión Española, y de que también haya acogido la exposición itinerante de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios". A continuación se llevó a cabo el homenaje a los que dieron su vida por España, depositando una corona a los pies del Cristo el general y el hermano mayor de la cofradía.