Almarnzora

Los adolescentes de Hijate echan jornadas de diez horas para poder estudiar en el instituto

  • El autobús que los lleva a Baza cada mañana tarda una hora y cuarto en recorrer 22 kilómetros

Grupo de madres de los estudiantes afectados por el servicio de autobús al instituto de Baza.

Grupo de madres de los estudiantes afectados por el servicio de autobús al instituto de Baza. / Diario de Almería

Más de dos horas y media al día gastan los jóvenes de Hijate en recorrer los apenas 22 kilómetros que separa su pueblo del instituto de Baza en el que estudian, entre la ida y la vuelta. Entre las clases, las esperas y el interminable autobús, cada día echan jornadas de diez horas, según denuncian los padres. Toda una odisea para poder seguir con sus estudios.

"La empresa concesionaria del transporte escolar solo pone un autobús, que utiliza tanto para los pequeños del colegio como para los más grandes, recogiendo no solo a niños de Hijate, sino también de la vecina de localidad de Caniles y sus pedanías", explican los padres de los menores afectados. Así, lo que debería ser un trayecto de unos veinte minutos se alarga hasta una hora y cuarto.

Los padres se quejan porque aseguran que han unido dos líneas de autobús, las del colegio y el instituto, con el objetivo de ahorrar dinero. “Nos hemos dirigido a Granada, a las áreas de Educación y Transporte, para que sean conscientes de la situación, porque nadie puede echar jornadas de 10 horas en total, además del peligro que conlleva que los chavales se queden en los arcenes o esperando media hora después de la salida de clases para que los recojan”, explica Purificación Gil, madre de uno de los jóvenes. 

Esta madre explica el caso de su hijo, de solo 12 años: “Se levanta a las 6 y media de la mañana y a las 7 menos dos minutos está subido en el transporte que le lleva al instituto ubicado a 22 kilómetros de Hijate. Entrando a las pedanías de Caniles, entre subir y bajar de la sierra, el autobús tarda otros 18 minutos cronometrados. Es un tramo de carretera en el que hay que ir a 40km/hora y por el movimiento que hace el autobús, muchos chicos vomitan, así que algunos prefieren no desayunar. En resumen; salen de Hijate a las 7 de la mañana y llegan al instituto a las 8.15 horas, es decir, 1 hora y cuarto para recorrer 22 kilómetros”.

En esta situación se encuentran catorce adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y los 17 años de la barriada de Hijate en Alcóntar, que se tienen que desplazar a diario a Baza para poder estudiar. Cada día dedican a ello diez horas, desde que salen de casa por la mañana hasta que vuelven por la tarde. "Es una jornada laboral que ni siquiera la echan los adultos", lamentan sus padres.

Quieren soluciones cuanto antes. "No pedimos privilegios", dice esta madre, "solo queremos que nuestros hijos sean tratados como cualquier otro y tengan las mismas posibilidades que el que vive en pueblos más grandes. ¿Dónde queda todo eso que dicen sobre luchar contra la España vaciada?", se pregunta.

Para la portavoz de los padres, "la solución pasa por poner un segundo autobús para repartir el recorrido y la recogida de los niños, aunque creo que no lo hacen, para ganar más dinero". Por ahora, la única respuesta que han recibido de las administraciones es que tienen que esperar.

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