Casi un millón de inversión del Consorcio de Basuras para concienciar sobre el uso del contenedor marrón

Coincidiendo con la implantación de los nuevos contenedores marrones destinados a la recogida y reutilización de los biorresiduos, el Consorcio Almanzora-Levante-Vélez para la recogida y tratamiento de Rsu, con sede en Albox, ha adquirido un contrato para la realización e implementación de una campaña publicitaria destinada a fomentar su correcto uso entre los vecinos de 45 municipios de Almería. El proyecto tiene un presupuesto base de 929.862,01 euros que se financiará en un 10% con fondos propios del consorcio y en un 90% gracias al plan de recuperación, transformación y resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea-Next-Generation.

Se estima que esta "campaña de formación, información, difusión y sensibilización" sobre la recogida separada de biorresiduos se ejecute entre el 1 de octubre de 2025 y el 31 de mayo de 2026 en todos los pueblos pertenecientes al Consorcio Almanzora-Levante-Vélez: Albanchez, Albox, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Antas, Arboleas, Armuña de Almanzora, Bacares, Bédar, Benitagla, Benizalón, Cantoria, Chercos, Cóbdar, Cuevas del Almanzora, Chirivel, Fines, Garrucha, Huércal-Overa, Laroya, Líjar, Los Gallardos, Lúcar, Macael, María, Mojácar, Olula del Río, Oria, Partaloa, Pulpí, Purchena, Serón, Sierro, Somontín, Suflí, Taberno, Tahal, Tíjola, Turre, Urrácal, Vélez-Blanco, Vélez Rubio, Vera y Zurgena.

Lo orgánico tiene valor aún después de desechado

Según la memoria justificativa aportada por el consorcio almeriense, el proyecto se adhiere a los objetivos de la guía para la implantación de la recogida separada de los residuos orgánicos propuesta por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico según la cual la instalación de los nuevos contenedores de color marrón debe ir acompañada de: información directa y proactiva a la ciudadanía, entidades y grandes generadores (sector empresarial); acciones de concienciación sobre el valor de los residuos como recurso y sus posibles usos tras ser desechados; actuaciones destinadas a provocar la participación e implicación de los grandes generadores en la recogida separada de los residuos orgánicos así como la resolución de dudas.

En este sentido el Consorcio Almanzora-Levante-Vélez entiende necesarias las siguientes actuaciones:

1. Acciones de información dirigidas a responsables de centros escolares, residencias y centros de menores
2. Jornadas de presentación e información de la nueva implantación de la recogida a grandes generadores, abiertas a la ciudadanía en general y a entidades para transmitir toda la información necesaria para que puedan realizar la separación en origen de una forma correcta y siendo conscientes de los beneficios que esto aporta
3. Puntos informativos cuyo objetivo es informar a los grandes generadores y que podrán incorporar talleres y sesiones de sensibilización para la ciudadanía en general
4. Difusión e información a través de cartelería, medios de comunicación y redes sociales
5. Entrega de cubos y bolsas compostables a través de diferentes actuaciones informativas y de sensibilización como sesiones informativas, puntos de información o visitas
6. Seguimiento de las actuaciones y análisis de los resultados para poder apreciar el efecto de los instrumentos utilizados y poder así evaluarlos, y si fuera necesario, adaptarlos.

Únicamente restos orgánicos y siempre en bolsas compostables

La entrada en nuestras vidas del contenedor marrón es una prerrogativa europea que fijaba 2024 como fecha tope para extender su uso entre la población. Pese a que de entrada puede ser un quebradero de cabeza recordar qué se puede tirar en el marrón y qué debe ir al gris, la utilidad de este nuevo sistema de separación es innegable puesto que los residuos orgánicos pueden tratarse para producir compost que regresará a la tierra para nutrirla.

Así pues, al marrón –y no al gris–, deben ir, en bolsas compostables, los restos de comida (fruta y verdura, cáscaras de huevo, marisco, carne y pescado); papel de cocina y servilletas, siempre que estén sucias; posos de infusiones y café; flores, plantas y otros restos de jardinería doméstica.