Cuando Almería era la 'Costa del Sol' y no Málaga: así lo narraban los noticiarios franquistas

Hubo un tiempo en el que Almería se presentó al mundo como el inicio de la Costa del Sol. A mediados de los años sesenta, en pleno boom turístico español, los noticiarios oficiales sobrevolaron la costa de Roquetas de Mar, el Cabo de Gata y la capital para mostrar una provincia emergente, con un aeródromo en construcción, nuevos complejos frente al mar y la visita del ministro Manuel Fraga para inaugurar el Hotel Aguadulce. En la narración, repetida varias veces, se escucha: «Volamos sobre el campo de Almería, donde comienza la Costa del Sol». Una frase que hoy sorprende, pero que refleja una ambición clara: situar Almería como puerta del turismo de sol y playa antes de que la marca quedara asociada casi en exclusiva a Málaga.

El metraje muestra aviones sobre la bahía, la explanada del futuro aeródromo “a pocos kilómetros de la ciudad” y urbanizaciones que se extendían junto al Mediterráneo. La voz en off describe “complejos alineados entre Roquetas y Almería”, y destaca la apertura de la Escuela de Hostelería, costeada por el Estado con 15 millones de pesetas, como pilar formativo para el turismo que llegaba.

El foco del reportaje culmina en Aguadulce, donde se inauguró un hotel declarado “centro turístico de interés nacional” en una finca de 65 hectáreas frente al mar. Imágenes de salones, terrazas, jardines y piscinas ilustran la llegada del “confort moderno” a la provincia y la puesta en marcha de un proyecto que pretendía competir con las grandes costas europeas.

El archivo repite varias veces las mismas secuencias —un recurso habitual de la época— reforzando la idea de que Almería era un lugar estratégico en la construcción del nuevo mapa turístico. En cada repetición vuelve la frase clave que la situaba como referencia: “donde comienza la Costa del Sol”.

El lema nació en Almería

La denominación “Almería, Costa del Sol” tiene origen local. La acuñó el empresario austriaco Rodolfo Lussnigg, dueño del Hotel Simón, el 12 de abril de 1928 en prensa almeriense. El lema se usó durante décadas en cartelería, folletos y publicidad provincial, hasta convertirse en seña turística popular. No fue una etiqueta prestada: era parte de la identidad almeriense mucho antes de que el nombre quedara fijado en otro punto del mapa.

Durante medio siglo, ese eslogan se vio en negocios y anuncios locales —desde hoteles hasta empresas como Costasol o Cristalería Costasol— y definió una aspiración compartida: proyectar la provincia como destino de sol, clima y modernidad en el sur de Europa.

Cuando Almería cedió la marca

En 1977, la mancomunidad turística Almantur decidió abandonar el uso oficial de “Costa del Sol” y sustituirlo por Costa de Almería, renuncia que aún hoy muchos consideran una herida histórica. No fue imposición, sino decisión propia, en un contexto en el que Málaga avanzaba con mayor potencia promocional y la identificación de la marca con esa provincia ya estaba arraigando en Europa.

La oficialización llegó en 1979, cuando el Ministerio confirmó el nombre Costa de Almería para todo el litoral provincial. A partir de ahí, la estrategia turística local se orientó a un relato distinto: territorio virgen, naturaleza, tranquilidad y diferenciación frente a la masificación.

Un pasado que ilumina el presente

Ver hoy estas imágenes supone recuperar un relato olvidado: Almería como origen oriental de la Costa del Sol, como proyecto turístico pionero y como pieza clave del plan estatal para abrir España al turismo internacional. Un pasado que no siempre ha tenido voz y que vuelve ahora como documento para entender cómo se construyó —y se dividió— el mapa turístico andaluz.

La Costa de Almería cuenta hoy con una identidad propia, asociada a espacios como Cabo de Gata, Mojácar, Vera o Roquetas, pero el archivo histórico recuerda que la ambición de la provincia fue, en su origen, compartir protagonismo con los destinos más influyentes del país.

La frase que se repite en aquellas imágenes sigue resonando casi sesenta años después, entre orgullo y nostalgia: Almería fue, para España, el lugar donde empezaba la Costa del Sol.