Una casa emblemática en un espacio emblemático
Fuente Victoria. En Presidio existe un ejemplo destacado configurado a lo largo de los siglos XVI-XVIII: la alineación/cortina formada por el pósito, la iglesia parroquial y la casa de los Palomar
En algunos pueblos no es rara la denominación popular y tradicional de "casa grande", término muy significativo utilizado, en espacios tan diferentes como Pliego (Murcia) y Moreda (Granada), para designar la mansión más representativa de la localidad, ubicada en lugar emblemático.
En Presidio (Fuente Victoria) existe un ejemplo destacado configurado a lo largo de los siglos XVI-XVIII: la alineación/cortina formada por el pósito, la iglesia parroquial y la interesante y bella casa de los Palomar, con inmejorables vistas al río Andarax, la vega y la montaña.
Por su singularidad y espectacularidad, que traspasan los límites municipales, a la citada mansión se le venía designando "casa grande" y palacio, no siendo extraño que el imaginario popular, generador de leyendas y tradiciones, quisiera ir más allá: en los años cuarenta Bernardo Martín del Rey atribuirá su construcción a Boabdil último rey nazarí de Granada cuya presencia se detecta el año 1492 en Codba (Presidio, Fuente Victoria). En esta línea no faltó quien la asignara a don Juan de Austria, que en 1570 anduvo por esta tierra en la Guerra de los Moriscos.
Ante tales adscripciones, reconociendo que la casa de los Palomar es un verdadero símbolo para Fuente Victoria, salvando las distancias, viene a la memoria lo dicho por el antropólogo Manuel Mandiales: "los mitos ocultan y desocultan, dicen y callan, en tanto que afirmación supuestamente verdadera, aunque no demostrable, el mito sirve para orientar y dar sentido a la vida".
José L. Ruz Márquez recopilando materiales para su libro "Los escudos de Almería, estudio heráldico y genealógico de los linajes de Almería y provincia", publicado en 1986, se percató del escudo labrado en piedra existente en el dintel de la portada de acceso a esta bella mansión, identificándolo como armas de los Palomar, establecidos en Presidio el año 1664, uniendo el nombre de una familia y linaje con la misma, conocida popularmente en estos momentos por el Palacio, la Casa Grande, Palacio de Boabdil, e incluso de don Juan de Austria.
La heráldica y la genealogía han resultado decisivas para identificar esta casa, sin embargo era muy importante conocer el proceso constructivo de la misma y a sus moradores. Como cabía esperar y siguiendo la costumbre, tan española, en el Antiguo Régimen de escribirlo todo, de lo cual los Palomar de Presidio (Fuente Victoria) no fueron una excepción, los protocolos notariales (1664-1792) conservados en el Archivo Histórico Provincial de Almería han sido decisivos para esta finalidad, resulta igualmente interesante la documentación del rico archivo municipal.
Con el paso del tiempo y de los diferentes propietarios la Casa de los Palomar llegó a encontrarse en un lamentable y alarmante estado de conservación, motivando la intervención puntual y de urgencia en el patio, galerías, tejados, en la actualidad continua necesitando una urgente restauración integral.
En 1729 Diego José de Morales era propietario de una casa en ruinas con huerto y corrales, lindando por levante con el cementerio de la iglesia parroquial, situada en la calle Real de Presidio, apreciada en 6.884 reales a efecto de cambiarla con Andrés de Palomar López de Mayor que le entregará tierras por igual valor, la correspondiente escritura se formaliza el 3 de septiembre de 1729. El primer paso para dotar a la familia Palomar de mansión acorde con su estatus está dado.
Los Palomar, decididos a ampliar la parcela resultante de la anterior operación, fijan sus pretensiones sobre la vivienda de Juan Izquierdo y María Luna, ubicada en la Calle Real/Barrio de la Iglesia de Presidio, lindando por levante con el cementerio de la iglesia parroquial y oeste y sur la citada parcela, efectivamente el beneficiado Pedro de Palomar y López de Mayor pagaba 1.184 reales el 15 de enero de 1730.
A comienzos de 1730 los Palomar son dueños de una significativa parcela de gran extensión, situada en espacio verdaderamente emblemático, y dispuestos a contar con mansión igualmente emblemática, no es de extrañar que las obras, junto con otras circunstancias, se prolongaran más tiempo del deseado.
El 27 de agosto de 1741 Pedro de Palomar y López de Mayor, beneficiado de la iglesia parroquial y vecino de Presidio, funda un vínculo con sus bienes, entre los que se encontraba una "casa principal" sin acabar, lindando por el este con el cementerio de la iglesia parroquial, sur huerto y acequia de Leuz, norte calle Real y oeste casas de Manuel de Valdivia Rivero.
En la cuenta y partición de los bienes de Gabriel de Palomar y López de Mayor fechada el 29 de diciembre de 1741 se matiza sobre el estado en que se encontraba la construcción: sin terminar, a falta de escaleras, puertas, entre ellas las de la calle, barandillas en los corredores, algunos suelos y enlucidos, rejas y balcones; lindaba norte calle Real, oeste casa de los herederos de Pedro de Valdivia, este callejón que desciende del cementerio de la iglesia parroquial, en el sur se localiza el huerto: linda por el este con la calle que baja de las eras, oeste huerto de los herederos de Pedro de Valdivia, y sur acequia de Leuz y la calle.
En el Presidio de mediados del siglo XVIII destaca la casa de los Palomar situada, según el Catastro de Ensenada en el Barrio de la Calle Real, "pertenece a don Manuel de Aguilera como tutor de los menores hijos de don Andrés de Palomar, y consiste en ocho cuartos altos y cinco bajos, con su jardín y dos corrales, uno incluso dentro de dicha casa y otro contiguo a ella; tiene de frente veinte y tres varas y veinte de fondo. Linda don Francisco Calvache y la iglesia parroquial de este lugar. La vive y pudiera ganar de arrendamiento, en cada un año, ciento y veinte reales vellón".
Dalías. "Retumba" (refugio de pastores) (J. Serrano)
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