Las condiciones meteorológicas del fin de semana dificultarán el control del incendio en Lubrín
Levante
Dos aviones de carga en tierra, un helicóptero ligero y dos helicópteros semipesados ya trabajan sobre el terreno a los que se unirán más medios durante la mañana
Lubrín, el gran damnificado por los incendios forestales este verano en Almería
El incendio forestal declarado en la noche del jueves en el municipio almeriense de Lubrín encara este sábado una jornada complicada, con previsión de condiciones meteorológicas desfavorables que podrían dificultar su estabilización, según ha señalado la delegada del Gobierno de la Junta en Almería, Aránzazu Martín.
Tras la reunión de coordinación celebrada a las 9:00 horas en el Centro Operativo Provincial (COP), Martín ha explicado que la noche fue "bastante complicada", con vientos fuertes y cambiantes que impidieron cerrar el perímetro del incendio. "Para esta tarde se esperan igualmente unas condiciones meteorológicas bastante desfavorables; también en lo que resta del fin de semana", ha advertido.
La delegada ha subrayado que durante la mañana se están incorporando numerosos medios aéreos con descargas de agua para tratar de cerrar el perímetro y poder dar el incendio por estabilizado lo antes posible.
Según ha informado el Infoca, ya trabajan en la zona dos aviones de carga en tierra, un helicóptero ligero y dos helicópteros semipesados, a los que se sumarán a lo largo de la mañana otros cuatro aviones de carga en tierra, un avión de coordinación y un helicóptero pesado.
Durante la madrugada, el operativo terrestre ha estado compuesto por 18 grupos de bomberos forestales, nueve técnicos de operaciones, tres encargados, un director técnico de extinción, tres agentes de medio ambiente, un técnico de supervisión y un analista, apoyados por siete autobombas y las unidades de meteorología, análisis y atención médica.
El fuego, que se originó en el paraje del Barranco Muñoz, afecta a la Sierra de la Atalaya, una zona abrupta de matorral denso y pendientes pronunciadas. La mayor parte del perímetro se encuentra contenido, salvo en la zona noroeste, donde aún se observa actividad.
Martín ha insistido en que, pese a que el incendio sigue activo, la población se encuentra asegurada y los dispositivos de emergencia están preparados para cualquier eventual evacuación.
El incendio obligó el viernes al desalojo preventivo de una veintena de personas en Bédar, que ya han regresado a sus viviendas. En Lubrín, los vecinos de El Marchal fueron advertidos de una posible evacuación, aunque finalmente no fue necesaria.
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