Provincia

Un doblete para la historia

  • San Sebastián, primero, y San Ildefonso, después,procesionaron ayer en la misma matinal l La misa y el lanzamiento de miles de roscos completaron el ritual de esta fiesta

Olula del Río, la capital cultural y comercial del Almanzora, firmó ayer todo un doblete histórico para el recuerdo y enmarcar. Los ‘cebolleros’, gentilicio popular de sus vecinos, pasearon en procesión a San Sebastián desde la Iglesia Vieja hasta la nueva. Y después, hicieron lo propio con San Ildefonso, su copatrón, en un recorrido a la inversa.

Todo en la misma mañana, con apenas dos horas de diferencia entre una y otra salidas, con recorridos diferentes, y casi sin aliento por parte de los costaleros, quienes se dieron su particular paliza corporal y repleta de felicidad y orgullo de ser ‘cebollero’.

Nunca antes había ocurrido lo que ayer aconteció por las calles de Olula del Río que escribió, por esta razón, la edición más curiosa de su historia. Hasta ayer, los patrones eran paseados en procesión en días diferentes. El día 20, en el caso de San Sebastián. Y el 23, en el de San Ildefonso.

Pero, el cielo, en forma de una metereologia muy adversa, se ha interpuesto en el programa y lo ha logrado variar. La procesión del pasado lunes, en honor a San Sebastián, no se pudo celebrar dado que concurrieron unas condiciones adversas, con mucha lluvia y calles heladas, que ponían en peligro la integridad del Paso, costaleros y feligreses.

La Peña de San Sebastián y San Ildefonso apuró hasta las 13:00 horas, con la confianza de que el temporal amainara, pero no fue así y decidió finalmente no salir. La decisión trajo consigo el aplazamiento de la procesión de San Sebastián hasta ayer, festividad de San Ildefonso, cuya imagen procesionó también. Las tradicionales migas quedaron en suspenso entonces fueron consumidas en la jornada de ayer con una voracidad incluso superior.

El Área Municipal de Cultura y Festejos, y el Ayuntamiento, acogió de buen grado y respaldó la decisión de la Peña de suspender y aplazar la procesión del pasado lunes, día grande del programa, “porque entrañaba mucho peligro al estar las calles inundadas”, señala a Diario de Almería, Paqui Tapia, concejal del Área Municipal de Cultura y Festejos.

Así las cosas, el programa se abrió a las 10:00 horas cuando salió la procesión de San Sebastián, completando un recorrido entre la Iglesia que lleva su nombre y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Al mediodía, le tomó el testigo San Ildefonso que realizó el recorrido contrario, partiendo desde la Iglesia de la Asunción para cerrar en la Iglesia de San Sebastíán.

Entre medias de ambas salidas procesionales, la iglesia de la Asunción acogió a las 11:00 horas una solemne misa con la presencia de autoridades municipales, bajo la presidencia del alcalde Antonio Martínez Pascual, y muchos vecinos que completaron el aforo de este centro de culto.

El ritual se completó con el lanzamiento de roscos en un gran número -unas 3.000 unidades entre roscos y roscas- desde la balconada de la casa consistorial para alegría y regocijo generales de un público que esperaba su lanzamiento con ilusión e incluso algo de ansiedad, sin que ninguno, o casi, de estos panes llegaran a caer al suelo.

Esta particular liturgia festiva, que rememora la etapa cuando los ricos trataban de sofocar el hambre de los más necesitados, se cerró con la estampa clásica del vecino forrado de panes en su cuerpo o alineados en una cuerda como si fueran rosquillas.

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