El Ejido

'Frutilados', el paradigma de la economía circular avanza

  • Ya han comenzado las obras de un proyecto que es pionero y que transformará restos vegetales en comida para ganado

Rodeado por invernaderos, a apenas cinco minutos de la A-7 y a pocos metros de la Balsa del Sapo, en el paraje La Molina de Las Norias de Daza, está comenzando estos días la materialización efectiva de un proyecto del que pueden sacar pecho los agricultores de la comarca del Poniente, representados a través de 24 empresas comercializadoras, y por el que apostaron de forma casi personal el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, y su concejal de Agricultura, Manuel Gómez Galera, hace ya cinco años. Frutilados del Poniente S.L. es el paradigma de la economía circular, una de las grandes aspiraciones del sector productivo de la comarca, que se hace carne, y nunca mejor dicho, con la puesta en marcha del proyecto. La idea es convertir los restos vegetales (excedentes, productos de retirada...) procedentes de la actividad agrícola en alimentación de calidad para el ganado ovino, un reto posible técnicamente y para el que existe, además, alianza estratégica a cuatro niveles: agricultores (empresas comercializadoras), ganaderos (Cosegur, comercializadora de cordero segureño), Ayuntamiento de El Ejido (cesión de terrenos) y Cajamar (financiación). La primera fase de la planta, que se ha diseñado de forma modular y con perspectiva de crecimiento a medio plazo, estará en funcionamiento a mediados del próximo año 2019. La inversión supera los 1,5 millones de euros.

Frutilados nace como solución a uno de los problemas históricos del campo y aporta además valores de sostenibilidad a las actividades productivas agrícola y ganadera. La generación de compost sigue siendo necesaria e importante, pero el gran volumen de restos y productos no comercializables, pero de gran valor, que se generan en la comarca excede en mucho a la capacidad con la que se cuenta para su transformación en abono. Además, esta nueva aplicación de los mismos como alimentación para ganado y el hecho de disponer de un primer cliente con gran capacidad, como es el sector ovino segureño, abre nuevas vías con las que todos ganan, comenzando por el propio campo.

Tal es la calidad del producto que se obtiene que el mismo es apto incluso para el consumo humano, según explicó ayer Marta Sánchez, ingeniera del proyecto, durante una visita al inicio de las obras realizada por representantes de las empresas que participan y autoridades municipales, encabezadas por el alcalde. Góngora recordó que el espaldarazo definitivo para dar más sentido si cabe a Frutilados llegó hace pocos meses, cuando se reconoció de forma oficial por el Ministerio de Agricultura que el fruto del proceso de ensilado se considera un subproducto, y no un residuo.

La técnica del ensilado es la que se utiliza para convertir los restos en bolas plastificadas de alimento destinado al ganado. El alimento tiene una vida útil de 12 meses y en la primera fase está previsto que pueda nutrir a 13.000 cabezas de ganado ovino durante al año, gracias a la transformación de hasta 38.000 toneladas de materia prima. La fábrica podrá transformar hasta 50.000 toneladas y se ubicará en una parcela de casi 40.000 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento, con una vigencia de 75 años y un canon anual simbólico para la sociedad de 3.600 euros.

Será la única planta de estas características en Andalucía y un referente a nivel nacional, que permitirá "una solución definitiva para ganar no sólo en sostenibilidad, sino avanzar en la línea de lo que marca la Unión Europea en lo que a economía circular se refiere", destacó Francisco Góngora.

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