Cepaim saca 'Lo mejor de ti' de jóvenes migrantes en El Ejido gracias al rap
Proyecto social
Fundación Cepaim trabaja a través de la música la integración con jóvenes africanos que llegaron a El Ejido en busca de oportunidades
"Hemos grabado dos discos, dos videoclips y dos documentales de dos partes", señala el técnico de acogida Antonio Moreno
Antonio Moreno trabaja como técnico de acogida en Fundación Cepaim. Su labor diaria se desarrolla en torno a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Antonio es también conocido como CutiMC. Cuando no está ejerciendo como técnico de acogida Cuti escribe y rapea. Ahora aúna sus dos pasiones en el taller de rap ‘Escribe la mejor versión de ti’ con jóvenes migrantes residentes en El Ejido, participantes en el programa de Acogida Humanitaria de Fundación Cepaim.
Ayoub Dydy, acaba de terminar su jornada en una explotación agrícola, tiene 21 años, hace 4 que llegó a España buscando una oportunidad, huyendo del racismo que sufría en su país, Marruecos. A Ayuob Dydy todos le conocen por su apellido, que también utiliza como nombre artístico. Dydy escribe y rapea, está tratando de comenzar su carrera artística como cantante. Una pasión que se ha despertado en él tras su paso por el taller de rap de Fundación Cepaim en El Ejido, donde también participaba en el programa de acogida humanitaria de la entidad.
Según detalla Cuti, en su labor diaria como técnico de acogida humanitaria trabaja con personas que han perdido su hogar, temporeros, personas que viven en asentamientos... “Les apoyo en orientación laboral, en búsqueda de vivienda, les doto de una serie de herramientas para tratar con las administraciones españolas y que puedan realizar todos sus trámites y ser independientes”, específica. Fundación Cepaim, que desarrolla su labor en nueve centros de Andalucía, trabajó con más de 14.000 personas durante el año 2020.
Dentro de los programas desarrollados por la entidad surgió esta iniciativa musical, que es fruto del trabajo en red. Fue Schaula Alises, técnica encargada de las clases de español en el Centro de Día de Fundación Cepaim, quien detectó que muchos de sus alumnos se interesaban por el rap y que a través de esta herramienta expresaban sus vivencias, emociones y sentimientos y lo hacían en su idioma de origen, pero también en español.
Fue al mismo tiempo cuando también Antonio Moreno encontró en los dispositivos de acogida, en los trabaja a un chico camerunés rapeando, “un joven que tenía fama de ‘travieso’” apostilla Moreno, “vimos que el rap era una herramienta que podía motivar a los jóvenes, que a través de la música se podría unir la formación, el ocio y la creación de redes, tan importantes en estos casos” apunta.
Así, el taller de rap ‘Escribe la mejor versión de ti’ comenzó su andadura. Empezó siendo una actividad de tiempo libre, una forma más de fomentar el ocio saludable, pero a medida que se ha ido desarrollando el taller han aparecido nuevas formas de colaboración entre todos los participantes, “hemos grabado dos discos, dos videoclips y dos documentales de dos partes –la segunda acaba de estrenarse y ya puede verse en YouTube– que se presenta bajo el mismo nombre ‘Escribe la mejor versión de ti 2.0’.”
Y con una implicación y una proliferación de trabajos artísticos de este calibre, Moreno vio claro que debía seguir desarrollando el taller para seguir acompañando a los participantes. Jóvenes procedentes de distintos países: Guinea Conakry, Argelia, Marruecos, Senegal... que han encontrado en el rap una forma de expresarse, pero también de relacionarse y aprender. “El taller me ha servido para aprender a gestionar mis emociones, cuando me sucede algo bueno lo escribo y cuando pasa algo malo, también. Cada día escribo en mi libreta, no hay un día en el que no componga nuevas letras. A veces hablo de la vida, del trabajo, de mi padre y mi madre y de cómo se echa de menos a la familia cuando se está tan lejos”, reflexiona Dydy.
El rap ahora es para ellos también una motivación que cultivan en las horas libres que les dejan sus trabajos en los invernaderos.
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