Los toros ensogaos rinden pleitesía a San Marcos en Ohanes

Multitudinaria procesión del santo acompañado de los morlacos que ha discurrido sin incidentes por las empinadas y estrechas calles de la localidad alpujarreña

Los toros han realizado las reverencias a San Marcos
Los toros han realizado las reverencias a San Marcos / Javier Alonso

El municipio de Ohanes ha vivido esta mañana uno de los días más esperados y más especiales del año. Nerviosismo y devoción han sido las emociones que se han entremezclado durante la tradicional procesión de la imagen de San Marcos por las estrechas y empinadas calles del pueblo acompañado por los

toros ensogados que han realizado, gracias a los vecinos, las reverencias al Patrón del municipio.

Una tradición que congrega a miles de personas cada año en Ohanes y que en esta ocasión ha vuelto a superar los registros de asistencia pese a que la cita, marcada para muchos en rojo en el calendario, se ha adelantado 24 horas debido a la coincidencia con las elecciones generales.

Los actos han dado comienzo a las 10:00 horas con la Misa en honor a San Marcos y tras la celebración litúrgica, ha dado inicio la procesión. Las calles se han convertido en un ir y venir de gente, de distintos puntos de la provincia, incluso fuera de España que han querido asistir a esta fiesta tan pintoresca que cada año se celebra en este rincón de la Alpujarra Almeriense. Las laderas, muros o incluso el final de la entrada al pueblo han servido como espacios para ver a los toros desde la barrera.

Como marca la tradición, los morlacos y alguna vaquilla llevan atadas dos cuerdas que sirven para que los encargados puedan guiarlos por la procesión y así también obligarles a realizar las reverencias al Santo, reclinándolos. Lo más peligroso es cuando el toro ya ha reclinado las patas y tienen que soltarlo un poco para que se pueda reincorporar y después volver a coger el control del animal. Momentos de tensión, que como ya es una tradición, se han quedado en eso sin tener incidente reseñables más allá de las típicas magulladuras leves en las piernas de muchos de los participantes en la procesión al correr delante de los toros.

Un año más, San Marcos ha vuelto a procesionar con sus peculiares acompañantes y ha congregado a miles de personas que celebran con pasión una tradición que también cuenta con sus detractores que denuncian el maltrato a los toros.

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