'Eurovista' despide la etapa de Infantil de los alumnos del CEIP Buenavista de Huércal de Almería

Un Teatro Multiusos de Huércal de Almería abarrotado; repleto de padres, madres, tíos, hermanos, abuelos con la ‘baba caída’ viendo a sus pequeños sobre las tablas del escenario despidiendo una etapa. Los alumnos de Infantil del CEIP Buenavista de la localidad ‘se van’ a Primaria. Apenas una escalera les separa de este ciclo que han superado con creces, sin ser conscientes a veces de cuánto han aprendido y madurado gracias a un profesorado que ha sabido motivarles y ser uno de los grandes modelos para los menores.

Una graduación para la que las tutoras María del Carmen Castellón y Estefanía Lores han realizado un sobre esfuerzo preparando lagraduación de fin de curso. Ya que, al trabajo diario, durante semanas han unido este plus de preparar la celebración. Pero el esfuerzo mereció la pena.

‘Eurovista’ resultó ser todo un éxito. Y es que la temática de este año era Eurovisión, haciendo un guiño a todo lo trabajado en el último año donde a través de Lupo, el compañero inseparable de los pequeños, un lobo viajero, han conocido muchos países. Letras adaptadas de canciones que han participado en el Festival de Eurovisión como Dile de David Civera o Dime de Beth fueron interpretadas por los pequeños con su correspondiente coreografía, a ojos vista de cientos de personas y haciendo alarde su capacidad de superar su miedo escénico. Además, alumnos Primaria fueron los encargados de hacer más amena con su original presentación cada actuación. Unos presentadores amateur para quitarse el sombrero.

Una cita que finalizaba con los alumnos de ambas clases, A y B, cantando al unísono una versión muy original del Musical Mamma Mia. Así, los pequeños al ritmo de “Mamma mía, me quiero quedar, pero me voy a Primaria. Tres años han pasado, de esfuerzo y de trabajo, y al fin todo ha terminado” despedían una etapa fundamental en su desarrollo.

Llegarán al Ciclo de Educación Primaria en apenas tres meses sabiendo leer con mayor o menor soltura, escribiendo sus primeras palabras, haciendo sus primeros pinitos con los números, sabiendo dibujar sin salirse de la línea, con la alegría que eso supone para los pequeños; en definitiva con muchos retos superados, pero sobre todo lo harán siendo buenas personitas envueltas en valores gracias a unos docentes que durante tres años se han dejado la piel por dar lo mejor de sí a diario para sentar las bases de una sociedad futura.

Y eso era más que palpable durante la graduación de estos alumnos. Un acto que lejos de ser ‘institucional’ era un regalo de los ‘profes’ a sus pequeños. Esos a los que tantos besos han dado, a los que han visto avanzar, caerse y levantarse, compartir, crecer y madurar. Un ciclo además marcado por la pandemia que ponía ‘patas arriba’ al modelo educativo tradicional.

Un acto que culminaba con la entrega de diplomas y orlas y la visita de Lupo mientras muchos padres, emocionados, en su mente solo tenían eso de “madre mía, cómo ha pasado el tiempo”.