Tapones solidarios Noa

Noa nació con una lesión cerebral a causa de un virus que su madre, Gema, cogió durante el embarazo y que no fue detectado a tiempo. Hoy en día, a la pequeña, de tres años de edad, le han quedado secuelas que le afectan a su psicomotricidad y también le han hecho perder audición y le han creado problemas en la visión, por lo que ya tiene que usar gafas.

Existe un tratamiento para su mal. “Hay un método en Almería desde hace un par de años para niños que tienen problemas como el de Noa”, explica Gema, que tras recabar información descubrió que en el Hospital Virgen del Mar de la capital almeriense pueden tratar a su hija de manera intensiva, tres horas durante veinte días.

Un tratamiento que tiene un alto coste, 2.500 euros, que sus padres no pueden permitirse. “Son 2.500 euros con una alta posibilidad de que tengan que volver a repetirlo en el plazo de un año, porque necesitan terapias repetitivas”, cuenta.

“Por nuestros trabajos -ella trabaja como monitora de comedor y su marido en unos almacenes- los sueldos no son excesivos y la ayuda económica es mínima. Nos preguntamos qué podíamos hacer y nos planteamos la opción de recoger tapones”, continúa Gema.

La propia madre ha sido la primera sorprendida por la gran acogida que ha tenido esta iniciativa. “No pensábamos que la idea podía prosperar. No teníamos carteles, solo hice una publicación en una cuenta de facebook que hicimos para poner cosas y la gente empezó a decir que tenía tapones. En una semana tuve que ponerme a hacer carteles y comenzar a recoger”, comenta Gema, que durante dos meses ha recorrido el municipio de Huércal de Almería, donde reside y establecieron cinco puntos de recogida, en Auomoción 2012 en El Cercado, Piensos El Reclamo en el centro ciudad, La Tienda de la Vecina en el Bulevar y varios particulares.

Entonces apareció en escena Yolanda, que se puso en contacto con Gema para plantearle la opción de colocar un enorme corazón en un punto del municipio y que fuera allí donde los vecinos depositaran sus tapones solidarios.

“Yo lo había visto en algún pueblo, y Yolanda contactó conmigo para decirme que iban a poner dos corazones y uno de ellos iba a ser para Noa. Estábamos perdidos y no sabía cómo se iba a hacer, pero el Ayuntamiento de Huércal de Almería se ofreció para colaborar”, comenta Gema.

El corazón gigante se ha ubicado en la puerta del CEIP La Jarilla, en La Fuensanta-Villa Inés. Allí quedó oficialmente inaugurado esta semana por Gema y algunos de los principales responsables de la corporación municipal como la propia alcaldesa, Ángeles Castillo, y los concejales Juan Ibáñez y Amador Andrés.

El objetivo, “no tener que desplazarnos a tantos puntos de recogida”, ya que “los tapones se pagan muy baratos, a 20 céntimos el kilo de tapones, y con tantos puntos voy a perder más en desplazamiento”.

A finales de febrero, quizás a primeros de marzo, a Noa le realizarán una valoración para que los médicos que le van a hacer el tratamiento sepan desde qué punto parten, “porque cada niño es diferente”. Sus padres esperan que para abril o mayo, la pequeña pueda comenzar con su tratamiento.