–¿Cómo es vivir en una tapicería?
–Vivir en una tapicería es vivir restaurando lo antiguo y es muy gratificante. Las piezas clásicas que se restauran y quedan como nuevas. También restauramos lo moderno, piezas a las que se les ha ido un trozo. Ahora que está tan de moda el ser sostenible, se reutiliza todo lo que se haya estropeado.
–¿Qué cortinas se llevan hoy en día?
–Las últimas tendencias son las cortinas en onda perfecta, que se quedan muy bien. También las enrrollables, serigrafiadas o sin serigrafiar, o las venecianas.
–¿Qué son las venecianas?
–Cortinas de lamas que se suben y da la luz según la giras. Algunas verticales también de lamas estaban más en las oficinas y ahora se ven más en las casas. Pueden ser de un color o de dos y entra la luz según las giras.
–Las cortinas antiguamente eran enormes y muy robustas, ¿hoy son más ligeras?
–Sí, hoy son más ligeras. Dejan pasar mucho la luz y la claridad, que es la tendencia.
–¿Cuál es la cortina que más triunfa hoy en Huércal?
–Ahora mismo las que más se ponen son con barras y últimamente también son tendencia las de onda perfecta, y es lo que más estamos poniendo. También tenemos lencería del hogar, con sábanas, albornoces, colchas, nórdicos o ropa de cuna.
–¿La gente cumple las normas de seguridad?
–Sí, la distancia de seguridad la tenemos todos asumidos.
–¿Cómo ha afectado la pandemia al negocio?
–Quitando el tiempo que estuvimos cerrados, como todos. Después la gente ha respondido y sí se ha movido un poco el negocio. Se va vendiendo y se va llevando. La gente ha restaurado mucho porque en los cuatro meses que hemos estado encerrados la gente se ha dado cuenta de lo que le hacía falta.
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