HUÉRCAL DE ALMERÍA
  • A la espalda de la plaza de la Constitución de Huércal de Almería, su casa es uno de los lugares con más encanto de la localidad, para hacerse fotos y hasta llevarse un recuerdo

El Andreo y La Botona: su fachada, un ‘photocall’; su vivienda, un museo

Juan 'el Andreo' y Carmela 'la Botona', en el banco junto a su puerta Juan 'el Andreo' y Carmela 'la Botona', en el banco junto a su puerta

Juan 'el Andreo' y Carmela 'la Botona', en el banco junto a su puerta / Tito S. (Huércal de Almería)

A espaldas de la reformada plaza de la Constitución que acoge a la iglesia de Santa María y el vetusto pero también remodelado edificio del Ayuntamiento de Huércal de Almería, una pequeña calle esconde uno de los lugares con más encanto de la localidad.

Al subir las escaleras de lo que hoy es la calle Hermanos Machado y antes fue conocida como la Cuesta del Cine, porque allí se alojaba el cine al que iba la gente de Huércal, pero también la de Viator, una imagen de la Virgen del Carmen hace esquina con la estrecha calle Argar. Ahí la parada es obligatoria: una casa llama poderosamente la atención por su fachada cubierta de macetas pintadas con los colores verde y blanco de la bandera de Andalucía. También alguna con el rojo y gualda de España, y por supuesto con el verde, blanco y rojo de Huércal. En ellas, geranios, en su mayoría, pero también pimientos, hierbabuena, menta, romero, orégano o aloe vera.

Se trata de la casa de Juan ‘el Andreo’ y Carmela ‘la Botona’, como reza la placa que podemos encontrar en la puerta de su vivienda. Una fachada, con un banco en su misma entrada, que se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de Huércal. Son muchas las personas, jóvenes principalmente, que pasan por allí para sacarse una foto que luego subirán a sus perfiles de Instagram. Podría pasar perfectamente por los Patios de Córdoba, pero es la casa del Andreo y la Botona en Huércal. “Ya me canso más, pero todas las macetas las he pintado yo”, explica Juan, a punto de cumplir 85 años. “Aquí viene un montón de gente, que incluso vienen desde otros pueblos de la provincia, y nos piden permiso para hacerse fotos”, afirma Carmela. La fachada cubierta de macetas es el reclamo. Lo que uno ve cuando gira la esquina y se acerca. Pero cuando uno llega y lo invitan a pasar descubre que la casa del Andreo y La Botona es mucho más. Es un museo en sí misma.

Interior de la casa del Andreo y la Botona en Huércal de Almería Interior de la casa del Andreo y la Botona en Huércal de Almería

Interior de la casa del Andreo y la Botona en Huércal de Almería / Tito S. (Huércal de Almería)

En el salón de Juan y Carmela destaca un juego de pared formado por un cubertero, por un lado, y mortero y almirez, por otro; o una silla centenaria. También un par de botellas forradas con esparto, así como almendras. “Eso es el aburrimiento. Cuando no hago crucigramas, me pongo a forrar botellas y almendras y así me paso la vida”, cuenta Juan sobre la que es su principal actividad desde que se jubiló. “Allí a donde vamos dejamos almendras forradas como recuerdo, sirven como colgante”, dice Juan. “En Francia, en Portugal, por toda España”, concreta Carmela.

Juan regala estas almendras forradas a todo vecino o visitante que pasa por la calle, donde se sienta a hacer estos forrajes con esparto. Y va más allá: “En muchas ciudades la gente tiene donde ir para llevarse postales o recuerdos. Por aquí pasa mucha gente que hace el Camino Mozárabe preguntando por algún recuerdo de Huércal. El pescadero les ha regalado de mis almendras forradas. Si alguien pone una tienda, yo le regalo las almendras para que las venda y la gente tenga algún recuerdo de Huércal”.

Para ver el resto de la casa, hay que pasar obligatoriamente por el dormitorio de Juan y Carmela, pasado el cual una pequeña estancia nos presenta un cuadro con una imagen perfectamente conservada de La República, de antes de la Guerra Civil, que tuvo una tía de Juan escondida durante la guerra y que durante todo el franquismo estuvo tapada por una imagen del Generalísimo.

Colección de monedas antiguas Colección de monedas antiguas

Colección de monedas antiguas / Tito S. (Huércal de Almería)

Subiendo por unas escaleras a una pequeña salita en la parte superior, un cuadro en el que El Andreo y La Botona guardan fotos de todo su árbol genealógico y otro en el que lucen billetes antiguos. En una cajita, monedas de distintas épocas de varios países: España, Francia, Reino Unido, Italia, Egipto... y una colección de sellos de este último país que es el anticipo de lo que hay en otra estancia de la vivienda que usan como almacén. En esta última, además de más botellas y almendras forradas y un viejo tocadiscos en el que siguen poniendo antiguos vinilos, una cortina descubre un mueble repleto de álbumes con sellos de medio mundo, adquiridos en viajes o subastas, o billetes de lotería de varios países.

Botellas y almendras forradas. Botellas y almendras forradas.

Botellas y almendras forradas. / Tito S. (Huércal de Almería)

Juan y Carmela, El Andreo y La Botona, hacen a uno sentirse como a un hijo y en casa en todo momento, enseñando pedacitos de la historia y de la vida y colmando de atenciones al invitado. “¿Quieres tomarte algo?”. “Llévate almendras”. “Si te hace falta hierbabuena, vienes”. “Vuelve cuando quieras”.

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