Mojácar la Vieja volverá a dejarse querer por los vecinos: "Es la mejor manera de proteger el patrimonio"
Levante
Un equipo de MEMOLab regresará al yacimiento este mes de septiembre y busca voluntarios que participen en las labores de excavación
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Cada mes de septiembre desde 2018 lleva el equipo del Laboratorio de Arqueología Biocultural-MEMOLab de la Universidad de Granada trabajando en el yacimiento arqueológico de Mojácar la Vieja, hogar de una de las primeras comunidades islámicas que se asentaron en el Levante. Esta séptima campaña arqueológica llevará a la localidad almeriense a un equipo de alrededor de 40 personas que trabajarán en la zona durante dos turnos (del 1 al 12 y del 15 al 26 de septiembre) junto a un nutrido grupo de vecinos de los alrededores que podrán participar activamente en los trabajos.
"Suele venir bastante gente a visitarnos porque es un yacimiento accesible, está muy cerca del núcleo urbano y de la playa y son muchos los que se acercan con curiosidad y participan en la excavación. Como estaremos durante cuatro semanas, también realizaremos varias actividades culturales y patrimoniales como el lavado de las piezas de cerámica que vayamos encontrando. De esta manera acercamos a los vecinos a su historia, es la mejor manera de consevar y proteger el patrimonio: que la gente lo sepa apreciar, que lo disfrute y lo use", explica José María Martín Civantos, líder de la expedición en MEMOLab, a Diario de Almería.
Durante las últimas campañas, los trabajos se han centrado en el área urbana del yacimiento, allí donde se asentó la antigua población de Mojácar desde mediados del siglo XII hasta las primeras décadas del siglo XIV con el objetivo de poner el yacimiento en valor y convertirlo en una zona visitable para sus actuales habitantes. "Los trabajos que realizamos en Mojácar la Vieja buscan sacar a la luz los restos del antiguo pueblo de Mojácar y su castillo. Se trata de una zona arqueológica con un interés patrimonial evidente, en primer lugar por su historia, al ser la primera localización del asentamiento de Mojácar y en segundo lugar por su estado de conservación que es muy bueno y es posible observar la trama urbanística tanto de las viviendas como del castillo, que es más grande de lo que esperábamos: cuenta con 14 torres y además del recinto en la cima de la ladera, cuenta con otro más o menos a la mitad", cuenta Martín Civantos.
Hasta ahora se han descubierto parte de la estructura urbana del pueblo como viviendas, calles y hasta una plazoleta que el equipo cree que podría ser la plaza del mercado atendiendo a las estructuras de alrededor; además se han descubierto importantes estructuras que dan información sobre la vida de las gentes de Mojácar de hace alrededor de un milenio como un horno de pan comunitario descubierto durante la pasada campaña. Este año la intención de MEMOLab es unificar las dos grandes zonas de excavación, la urbana y la del pie de monte para que pueda apreciarse el yacimiento en su totalidad, "a través de estos trabajos podemos ir haciéndonos una idea de cómo era la vida en una alquería, no solo la vida dentro del propio pueblo, sino también el entorno como los espacios de regadío que nos permiten entender cómo fue la producción agrícola de la zona", detalla el arqueólogo.
2025 es el último año de ejecución del Proyecto General de Investigación que ha llevado a los profesionales de MEMOLab hasta Mojácar para desentrañar este trozo de la historia almeriense, no obstante, el Ayuntamiento ha manifestado interés por prorrogar el proyecto hasta 2030 y MEMOLab está actualmente redactando la solicitud. Tal y como explica Martín Civantos, que continúen los trabajos de investigación no es impedimento para que el yacimiento pueda prepararse para ser visitado, "haría falta un proceso de gestión del yacimiento que incluya la restauración arquitectónica, el acondicionamiento de los accesos y la información para los visitantes", detalla el arqueólogo y especifica que "ya hay mucho que ver y que interpretar del yacimiento". El Consistorio debería en primer lugar adquirir la titularidad de las tierras, que se encuentran en manos privadas, para pder realizar la ivnersión necesaria que ponga en valor el espacio y permita su visita.
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