El municipio estrena hoy su renovado mercado de abastos

Con perseverancia y paciencia, todos los objetivos se cumplen. Si no que se lo digan al Ayuntamiento de Macael, que tras meses y meses de trabajo ha conseguido cristalizar uno de los objetivos marcados en su hoja de ruta: rehabilitar y mejorar la habilitabilidad y accesibilidad del Mercado de Abastos. Un edificio que desde antaño ha sido siempre uno de los iconos de la localidad y punto neurálgico para muchos vecinos que día sí y día también buscan adquirir los mejores productos alimenticios y que necesitaba ya un 'lavado de cara'. Una instalación perfecta para medir el ajetreo en esta localidad del Valle del Almanzora y que tras varios meses viviendo su particular ajetreo por las obras que han redundado en su total remodelación, se inaugura hoy a las 20:00 horas.

El Ayuntamiento de Macael llevaba ya varios años planificando las obras de mejora de esta instalación tan querida entre los vecinos y por ello optó por aprovechar el Plan de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) y los Planes Provinciales de la Diputación Provincial para acometer el proyecto en dos fases con una inversión superior a los 150.000 euros. En la primera fase, los trabajos consistieron fundamentalmente en mejorar el interior de la instalación y supusieron una inversión de 99.900 euros a través del PFEA y que dieron empleo a más de 20 trabajadores. En la segunda, ya a través de Planes Provinciales, se reformó toda la fachada exterior y se crearon los habitáculos que conforman el esqueleto del mercado. En total, la instalación cuenta con nueve puestos de venta y un bar-cafetería que viene a mejorar la oferta comercial de esta localidad del Valle del Almanzora y, que por ende, dará la oportunidad de autoempleo a diez familias del municipio.

El alcalde de Macael , Raúl Martínez, ha señalado que el objetivo de estas remodelación es "intentar que sea una Plaza de Abastos al uso donde los vecinos puedan encontrar productos de pescadería, carnicería y frutería".

El alcalde también ha apuntado que los locales se cederán "con un alquiler simbólico para que diez familias del pueblo puedan ganarse la vida mediante el autoempleo". De esta forma, los inquilinos solo tienen que hacerse cargo de asumir el coste de la luz y el agua y una pequeña porción de alquiler fomentando así la creación de empleo.