w

Cientos de clientes apoyan en las redes la continuidad del 'ilegal' Jo Bar

  • El dueño de este chiringuito de Los Escullos busca 5.000 apoyos en las redes sociales para evitar su cierre

  • Carece de licencia de apertura y actividad y ha incumplido horarios

"Estamos deseando daros buenas noticias y poder encontrarnos todos pronto bajo las estrellas del desierto. Amor y respeto". De esta forma, los responsable del perfil en facebook del Jo Bar, en el Paraje de Los Escullos, cierran su desesperado y agradecido llamamiento de ayuda a su clientela para que el expediente municipal sancionador que pesa sobre este negocio desde finales del año pasado se consume y este chiringuito acabe por echar la persiana después de tres décadas de actividad veraniega.

El propietario de este bar trata de parar su posible clausura y ha recurrido a las redes sociales en busca de adhesiones a su causa. "Nuestros asesores legales nos dicen que necesitamos acreditar, nada menos, que el paso por el bar de 5.000 o más personas durante el verano de 2017", comentan en su perfil.

Abierto en los años 90, pasó por ser como una versión del final de la Ruta 66 americana

Y añaden: "Ya sabemos que fuisteis muchos más los que pasasteis por allí en 2017, pero otra cosa muy distinta es poder demostrarlo. Es todo un reto. Sabemos que no será fácil. Habrá que mejorar, incluso, los buenísimos resultados de las anteriores peticiones que ya os hemos hecho, pero de esto depende que podamos seguir peleando la defensa de nuestro lugar en la tierra". La cruzada encontró en marzo una primera aproximación, con la petición a sus clientes de fotografías antiguas en bar.

"Gracias a vuestra colaboración hemos dejado acreditada la continuada existencia y el arraigo en estas tierras de este lugar en el que nos juntamos cada verano defendemos a capa y espada". El llamamiento ha encontrado eco en las redes y se han multiplicado el número de apoyos y mensaje en favor de la continuidad de este pintoresco chiringuito.

Este emblemático bar arrancó con cuatro tablas y un radio-cassette, según relata el propietario sobre la historia de su negocio en su perfil de facebook. "Sólo nos juntábamos allí los amigos con nuestras motos y rara vez aparecía alguien nuevo. Era normal, estábamos escondidos en uno de los más recónditos rincones de Europa. Había músicos entre nosotros y se puede decir que el Rock'n'Roll en directo forma parte de la esencia del Jo Bar".

El boca a boca entre unos y otros, clientes y turistas que querían serlo, multiplicó la fama de este curioso bar. "Era increíble, porque jamás hicimos ningún tipo de publicidad. Como decía Jo: "Si has llegado hasta aquí, es que tenías que llegar", continúa. Se fue juntando una parroquia de gente especial, con ganas de salirse del tipo de garito que estaba de moda y con ganas de sentir de manera diferente". La historia escrita continúa y destapa datos.

"Enseguida nos dimos cuenta de que el sitio que habíamos fundado ejercía una especial atracción hacia los artistas; por supuesto músicos, pero también directores de cine, escritores, actores, pintores, escultores, fotógrafos… Artistas de todo el mundo nos visitaban y repetían cada verano a pesar de vivir en los lugares más alejados del mundo". Los promotores de este negocio advirtieron que "se nos internacionalizó el proyecto sin que nos diéramos cuenta. En revistas de motos de toda Europa y EE.UU. se publican las coordenadas exactas del Jo Bar para que lo visiten moteros de todo el mundo. Pero se podría decir que el Jo Bar es como el final de la Ruta 66 en EE.UU. Un hito que muchos moteros del mundo sienten que deben cumplir", finalizan.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios