El décimo Desembarco Pirata de San José introduce cambios en su guión
Recreación histórica
Los actores se afanan en los ensayos bajo el asesoramiento del director teatral Diego Barranca
La décima edición del Desembarco Pirata vuelve a la playa de San José con novedades. A tres semanas días de sus celebración, entre el 21 y 23 de abril, actores y actrices ensayan con esmero el nuevo guión de la representación bajo el asesoramiento de Diego Barranca, director de la Compañía de teatro y títeres Delirica.
Barranca es un director teatral nacido en Sevilla. En 2012 recibió el Premio Iberescena de cooperación internacional por su puesta de la obra : “Gorda azul”. La última edición, la novena, se celebró el 23 de marzo de 2019 y finalizó entre aplausos a sus protagonistas, 250 improvisados actores, como premio a meses de ensayos y de compromiso bajo la supervisión de Alberto Pozzoli y la Escuela Teatro y Cine Artenvacio.
La representación se cerró con el recuerdo y la dedicatoria a la figura de Marga Estebaranz, fallecida en 2018, quien fue la madre espiritual y material de esta representación y presidenta de la Asociación Cultural Desembarco Pirata, constituida en 2013, que se encarga de su organización desde 2010 con la colaboración de Diputación y Ayuntamiento.
La recreación comenzó como un juego de niños. Marga Estebaranz enterró en la arena de la playa de San José un cofre del tesoro, al más puro estilo de los piratas, y la misión de los niños era localizarlo con una serie de pistas. El juego dio paso a algo más formal. Un grupo de vecinos comenzó a investigar y a documentarse sobre los asaltos piratas a la costa nijareña en el siglo XVIII.
Las visitas de los piratas no eran nada raro por aquella época, ya que elegían este lugar alejado y poco vigilado para repostar agua y víveres. Pero en una de estas incursiones saquearon el pueblo. Los vecinos, se rebelaron y les hicieron frente. Los hechos sucedieron a finales del S. XVIII, con el impulso de la protección de la costa mediterránea protagonizado por Carlos III, quien promulgó un decreto por el cual se construyó la batería de torres de vigilancia, desde Cartagena a Málaga.
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